Química, pregunta formulada por maendelco17, hace 4 meses

En que le afecta al ser humano la edad con respecto al contenido en agua de su organismo?

Respuestas a la pregunta

Contestado por vanesitasol25
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Respuesta:

Cuando tenemos sed bebemos y de este modo el cuerpo se asegura la ingesta hídrica necesaria. Este hecho, tan aparentemente simple, no siempre es así. La edad y determinadas situaciones, trastornos y enfermedades aumentan los requerimientos de agua, pero no siempre aparece la sed. En este artículo se aborda el mecanismo de la sed, las necesidades específicas de agua y las propiedades de los diferentes tipos de agua del mercado

El cuerpo humano contiene una gran cantidad de agua. El porcentaje de agua del peso corporal va variando con la edad (tabla 1) y está directamente relacionado con la proporción de tejido muscular. De este modo, un atleta contiene más cantidad de agua que una persona sedentaria y una persona mayor contiene menos cantidad, pues con la edad se va teniendo una menor proporción de masa muscular. El agua se encuentra en todos los tejidos (tabla 2) y es esencial para la vida.

El ser humano puede vivir varias semanas sin ingerir alimento alguno, pero privado de agua tan sólo sobrevivirá unos pocos días. La pérdida de tan sólo un 10% del agua corporal ya puede ocasionar trastornos muy graves en el individuo y la pérdida de un 20% de agua puede ocasionar su muerte. 

El agua corporal se encuentra repartida entre el agua intracelular, que contienen las células; el agua extracelular, que es la del plasma, linfa, líquido cefalorraquídeo y secreciones; y el agua intercelular, que está alrededor de las células. El contenido de agua del peso corporal se intenta mantener constante gracias a su regulación homeostática, de manera que la cantidad de agua incorporada sea aproximadamente la eliminada (tabla 3). Nuestra provisión de agua no procede tan solo del agua que bebemos, sino también del agua incorporada en los alimentos (tabla 4) y del agua fruto de la oxidación de estos alimentos. Por ejemplo, la combustión de los hidratos de carbono produce hasta un 60% de agua, por ello, una ingesta elevada de glúcidos antes de un esfuerzo deportivo aportará reservas de glucógeno, pero también de agua. Por otro lado, se producen pérdidas insensibles de agua a través de la humidificación del aire espirado y de la piel (perspiración) y pérdidas sensibles de agua, a través de la orina, modulable según el estado hídrico; las heces, importante en las diarreas, y la sudoración, muy variable según la climatología. La cantidad de orina excretada variará mucho en función de la cantidad de agua de bebida, de modo que la orina será muy diluida si la ingesta de bebidas es excesiva y, por el contrario, se concentrará si es escasa. La sed suele ser un mecanismo de alerta eficaz para procurar al organismo una hidratación correcta en adultos sanos, pero no en lactantes, enfermos y personas mayores. En ellos, la sensación de sed está reducida. De hecho, todos hemos escuchado alguna vez quejarse a ancianos de que nunca tienen sed o que se olvidan de beber.

Como aguas de bebida envasadas podemos encontrar en el mercado: preparada, de manantial y mineral natural.

Agua preparada

Surge del tratamiento de un agua potable para conseguir un agua con determinadas características, como puede ser una baja mineralización. Si procede de un agua potable de la red de abastecimiento público esto quedará reflejado en su etiquetado.

En este tipo de agua no pueden aparecer en la etiqueta datos analíticos.

Agua de manantial

De origen subterráneo y con los requisitos del agua potable, pero se embotellan directamente sin necesidad de tratamientos químicos. Su composición no siempre es la misma y no se les atribuye ninguna acción terapéutica definida.

Aguas minerales naturales

Son aguas naturalmente puras en la emergencia y bacteriológicamente sanas. En este caso, su composición mineral debe ser estable en el tiempo y debe quedar reflejada en la etiqueta. Las aguas minerales naturales pueden tener características minerales particulares (tabla 5), como ser de baja mineralización o ser especialmente ricas en calcio, magnesio o bicarbonatos y, por ello, ser especialmente beneficiosas para la salud (tabla 6)

Mecanismo de la sed

La sed se estimula cuando disminuye el volumen celular o el espacio extracelular. La sed intracelular ocurre cuando se crea una hiperosmolalidad plasmática que se compensa con la salida de agua de las células. Los osmorreceptores de las células de la hipófisis lo detectan, así como otros receptores parecidos que inducen la producción de hormona antidiurética (ADH). De este modo, se activan dos mecanismos relativamente separados, uno que activa la sed y otro que evita el escape renal. Estos mecanismos pueden compensarse entre ellos cuando uno de los dos falla. Cuando el paciente tiene diabetes insípida y la deficiencia de vasopresina produce grandes pérdidas de orina muy diluida, el mecanismo de la sed trata de compensarlo.

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