en que consistio la nueva cartografía de los europeos y para que servian
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
1492 representa un momento clave en la configuración de las geografías imaginarias1 y en la administración de las geografías materiales. La experiencia de Cristóbal Colón es uno de los acontecimientos que se inscriben en lo que se conoce como la era de los descubrimientos, cuyos inicios tradicionalmente se le atribuyen a Enrique El Navegante (1394-1460), príncipe de Portugal, fundador de la escuela náutica de Sagres (1420). La escuela de Sagres, dedicada a diseñar proyectos de expansión ultramarina e integrada por pilotos, cartógrafos, matemáticos y técnicos instrumentales, en la segunda mitad del siglo XV, se desdobló y dio origen a la Casa da Indias y a la Junta dos Matemáticos, dos instituciones con rango ministerial que cooptaron las funciones de las campañas ultramarinas de la Corona. Organismos similares se establecieron en España, donde la Casa de Contratación (1503) tenía responsabilidades científicas y económicas, y el Consejo de Indias era un organismo de control político y religioso. Es decir, dos de las potencias ultramarinas, España y Portugal, crearon organismos especializados en explorar, registrar y estudiar las potencialidades de las nuevas tierras descubiertas en un contexto de multiplicación de la burocracia asociado a fuertes procesos de centralización estatal.
2 Según consta en las Capitulaciones de Santa Fe (17 de abril de 1492), el contrato celebrado entre C (...)
2El viaje del Almirante Cristóbal Colón fue una de las experiencias de exploración de la Corona de Castilla. Aunque tenía entre sus objetivos la conversión al catolicismo de los sujetos encontrados, era sobre todo una empresa de expansión mercantilista de un imperio europeo que pretendía encontrar las maravillas mencionadas en los relatos medievales y tomar posesión de las tierras halladas.2 En rigor, la empresa de las Indias era un proyecto del propio Colón, que consistía en alcanzar las Indias por el Occidente a través de una ruta marítima inexplorada para asegurar una vía comercial. Llevaba varios años trabajando en él y, de hecho, recién después de casi diez años de ofrecérselo a diversos monarcas (entre ellos, a Juan II de Portugal, a Enrique VII de Inglaterra y a Carlos VIII de Francia), logró convencer a los Reyes Católicos, gracias a la gestión del confesor de Isabel I de Castilla y asesor de la Corte, Hernando de Talavera.
4En síntesis: Cristóbal Colón no se lanzó a la mar océano para comprobar la esfericidad terrestre ni, como sabemos, tampoco descubrió América en un sentido estricto (ya que creía haber llegado a tierras indias, y no a un nuevo y desconocido continente). Sin embargo, pese a lo aparentemente poco novedoso que tuvo el viaje del Almirante genovés en su época, el impacto cultural que tuvo la empresa colombina alcanzó niveles sin precedentes, aun en aquellos años. En este trabajo intentaremos abordar las nuevas geografías (en el sentido más amplio del término geografía y en alusión a su acepción etimológica como escritura de la Tierra) configuradas en los viajes de Colón y poner en tensión las transformaciones que la experiencia de los viajes colombinos desencadenó en los modos de interpretar y representar el mundo nuevo.
El problema de las fuentes
5Para examinar las ideas del mundo que tenía Cristóbal Colón estudiaremos el portulano que se le atribuye a Colón y el mapa que hizo uno de los tripulantes de su segundo viaje, Juan de la Cosa. También incluimos en el análisis las apostillas más estudiadas de los libros de la biblioteca personal de Cristóbal Colón. Se trata de un corpus documental que incluye manuscritos e impresos, todos ellos elaborados entre 1492 y 1506.
4 Las controversias más álgidas discuten la autografía de Cristóbal Colón en las apostillas de los li (...)
6La autenticidad y la autografía de los textos, los documentos y los mapas atribuidos a Cristóbal Colón han sido objeto de numerosas polémicas.4 Se ha afirmado que tres manos diferentes apostillaron los volúmenes de la biblioteca colombina. Consuelo Varela ha analizado en profundidad la autografía de los documentos y de las apostillas adjudicados a Colón a partir de criterios lingüísticos (lenguas y etimología de los términos), morfosintácticos, grafológicos (tipos de caligrafía), estilísticos y morfológicos de la escritura (tachaduras, fases de copia, borradores, etc), y concluyó que “por muchas manos que distinga, no puede alterar la conclusión general: todas las apostillas escritas en cursiva o en sentada han sido preparadas conforme a un plan previo por Cristóbal Colón, y es este plan el que nos interesa, más que la mano autógrafa” (Varela, 1982: LVII).