¿En qué consistieron los cuatros concillos?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
1. Credo Niceno:
Creemos en un solo Dios, Padre todopoderoso, creador de todo lo visible e invisible. Y en un solo Señor, Jesucristo, Hijo de Dios, engendrado del Padre como primogénito, o sea, de la esencia del Padre, Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero; engendrado, no creado; de la misma naturaleza que el Padre, por quien todo fue hecho, lo que hay en el cielo y en la tierra, que por nosotros los hombres y por nuestra salvación bajó y se hizo carne, se hizo hombre, padeció y resucitó al tercer día, subió al cielo viene a juzgar a vivos y muertos. Y en el Espíritu Santo. A los que dicen:” Hubo un tiempo en el que él no existía” y “antes de ser engendrado, él no existía” y que él resultó de lo no existente, o dicen que él es de otra hipóstasis o naturaleza, o hecho o variable o mutable, el Hijo de Dios, a esos anatematiza la católica y apostólica Iglesia.'
2. Credo Niceno-Constantinopolitano:
Creemos en un solo Dios, Padre todo poderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible.
Creemos en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios,
Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza que el Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros los hombres y por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato: padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin.
3.Doce anatemas de Cirilo contra Nestorio.
I. 'Si alguno no confesare que Enmanuel es Dios en verdad y, por tanto, la santa virgen es madre de Dios.
II. 'Si alguno no confesare que el Verbo de Dios Padre está unido hipostáticamente a la carne y que con esa carne propia, él es un sólo Cristo, Dios y hombre al mismo tiempo, sea anatema.'
III. 'Si alguno después de la unión divide las hipóstasis en el único Cristo, conexionándolas sólo en razón de la dignidad o de la autoridad o de la potestad, y no más bien uniéndolas en razón de la naturaleza, sea anatema.'
IV. 'Si alguno divide entre las dos personas o hipóstasis las expresiones contenidas en los evangelios y en los escritos apostólicos o que han sido dichas sobre Cristo por los santos o por él mismo.
V. 'Si alguno se atreviere a decir que Cristo es un hombre Teóforos [esto es, portador de Dios], y no más bien que él es verdadero Dios según la naturaleza por la que es Hijo único, porque” el Verbo se hizo carne” y ha compartido “carne y sangre con nosotros”, sea anatema.'
VI. 'Si alguno se atreviere a decir que el Verbo de Dios Padre es el Dios de Cristo o el Señor de Cristo, y no le confesare más bien como Dios y hombre al mismo tiempo como las Escrituras nos enseñan: “El Verbo se hizo carne”, sea anatema.'
VII. 'Si alguno dijere que Jesús como hombre ha asumido al Verbo de Dios y que la gloria del Unigénito se le atribuye de manera inapropiada, sea anatema.'
VIII. 'Si alguno se atreviere a decir que el hombre asumido ha de ser adorado junto con el Verbo de Dios y glorificado con él y junto con él reconocido, pero como dos cosas diferentes la una de la otra.
IX. 'Si alguno dijere que el único Señor Jesucristo fue glorificado por el Espíritu Santo, de modo que recibió de él un poder que no era suyo y de él recibió poder contra los espíritus inmundos y para realizar milagros ante los hombres, y no confiesa que era su propio Espíritu por el que realizaba esas señales divinas, sea anatema.'
X. 'Si alguno dijere que nuestro sumo sacerdote y apóstol no es el Verbo divino cuando fue hecho carne, sino otro, un hombre nacido de mujer, o si alguno dijere que se ofreció a sí mismo en sacrificio por él y no por nosotros, pues siendo sin pecado no tiene necesidad de ofrenda o sacrificio, sea anatema.'
XI. 'Si alguno no confesare que la carne del Señor dio vida y que pertenece al Verbo de Dios Padre como suya propia, sino que pretende que pertenece a otra persona que está unida a él (al Verbo) sólo según el honor y que le sirvió de morada para la divinidad, y no confiesa, como decimos, que esa carne dio vida porque es del Verbo quien dio vida a todos, sea anatema.'
XII. 'Si alguno no confiesa que el Verbo de Dios sufrió en la carne, que fue crucificado en la carne y también en esa misma carne gustó la muerte y que fue hecho primogénito de los muertos, pues al ser Dios es la vida y el que da la vida, sea anatema.'
'Siguiendo, pues, a los santos Padres enseñamos unánimemente que hay que confesar a un solo y mismo Hijo y Señor nuestro Jesucristo: perfecto en la divinidad y perfecto en la humanidad; verdaderamente Dios y verdaderamente hombre de alma racional y cuerpo; consustancial con el Padre según la divinidad y consustancial con nosotros según la humanidad.