Ciencias Sociales, pregunta formulada por miangeldiazlibreros, hace 1 mes

En qué consistían las ferias y los mercados y como se realizaban.

Respuestas a la pregunta

Contestado por fernandofloresp
3

Respuesta:

  • Eran eventos conocidos y esperados por toda la población y permitidos y vigilados por el poder político. Reyes, señores feudales, abadías y prelados impulsaban, autorizaban, protegían y recaudaban impuestos en las mismas. Una feria podía durar un mes o más y su organización estaba escrupulosamente regulada.


miangeldiazlibreros: te suena este nombre xd
miangeldiazlibreros: bautistareyesdenispa
Contestado por 62767498
1

Respuesta:

De la transición del mundo antiguo al medieval, más que los mercados continuos perduraron algunas ferias documentadas ya en los siglos VII y VIII, como, por ejemplo, la de Saint-Denis, cerca de París. La ruralización de la sociedad y la vuelta a una economía de simple trueque propició la desaparición de concentraciones comerciales permanentes, pero las reuniones anuales de comerciantes en torno a lugares elegidos por su especifica producción o por encontrarse en puntos de coincidencia de rutas tradicionales del comercio a larga distancia (nacional o internacional) subsistieron en parte y sin solución de continuidad. Fue a partir del siglo XI, y a lo largo de los inmediatamente posteriores del XII y XIII, cuando surgieron nuevos mercados públicos al aire libre en todo el Occidente que se multiplicaron en las ciudades, posiblemente a remolque del aumento de la producción campesina, y se consolidaron las grandes ferias internacionales que como las de Champaña rebasarían con creces los propósitos de una burguesía todavía en ciernes, pero ya a punto para su confirmación como clase dinámica y preindustrial. A este  Santiago en la Península Ibérica, con sus barrios de "francos" (de franquicia), sus tiendas permanentes abiertas a la rúa (calle) mayor y los negocios generados entre los foráneos procedentes del resto de España y de Europa, crearon una primera conciencia burguesa asociada al fenómeno del despertar urbano en los reinos hispánicos cristianos que siempre mantuvieron, además, una relación económica estrecha con los musulmanes de al-Andalus. Ciudades aforadas como Jaca, Pamplona, Estella, Logroño, León o Astorga acogieron una actividad propia de una economía diversificada, consecuencia de su aparición o potenciación como núcleos de concentración humana y de acogida de burgueses y mercaderes procedentes del resto de la Península o de más allá de los Pirineos; siendo los barrios de francos la novedad urbana respecto a pervivencias anteriores en el norte hispano-cristiano o cambios de dominación política en el sur andalusí, entregado poco a poco a los poderes de Castilla y de Aragón. Este fenómeno, generalizado en Europa durante los siglos del crecimiento y la expansión, alternó la celebración periódica de mercados y ferias con la aparición de mercados permanentes en los que la compraventa se efectuaba en recintos apropiados y dedicados específicamente a ello, con tiendas y galerías cubiertas donde se exponían las mercancías -tal y como reproducen muchas miniaturas y pinturas al fresco o sobre tabla desde el siglo XIII-; antes de que lonjas y depósitos terminasen por concentrar la actividad propia de mercaderes y burgueses, hombres de empresa y financieros, ya en la baja Edad Media y el alto Renacimiento, que fue pionero en ello (como en el arte) tanto en Italia como en Flandes. El ejemplo más desarrollado y dinámico fue, desde luego, el de las ferias de Champaña, que repartían seis ferias en cuatro localidades y a lo largo de todo el año con breves intervalos de descanso. Las simples muestras de mercancías y la escasa presencia de dinero liquido, sustituido cada vez más por órdenes escritas de pago, con todas las garantías de envío y liquidación, permite hablar de un "capitalismo mercantil" precursor del que, ya en la Edad Moderna, caracterizó a la civilización europea en la perspectiva económica, si bien desde la transformación de dicho capitalismo en financiero. Y aunque el éxito de las ferias champañesas se debió, entre otros factores, a situarse en el cruce de dos grandes rutas que atravesaban en aspa el continente europeo (desde Italia a Flandes y de la Península Ibérica a los países eslavos), el modelo de estas ferias repetido a menor escala no era entonces sino una prolongación de aquellas que se identificaron con una de las regiones más prósperas de Europa. En efecto, las ferias de Champaña iban a atravesar su edad de oro en el siglo XIII. La justicia y el orden civil y comercial estuvieron garantizados en este caso por agentes oficiales designados por la autoridad competente, primero el conde y a partir de 1284 el rey de Francia; teniendo como misión el preservar el derecho ferial bajo la custodia de dos guardas que formaban el tribunal de las ferias, los cuales además contaban con escribanos que redactaban y registraban los contratos realizados en dichas ferias, así como también con una policía responsable del orden y la paz del mercado. Todo lo cual propició la cristalización, a lo largo del siglo XIII, de una nueva mentalidad jurídica que tuvo en el comercio.

Explicación:


miangeldiazlibreros: huy parrce mucho texto
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