en qué consistía el cambio cualitivo durante la revolución industrial
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
La concepción metafísica del desarrollo se reduce al reconocimiento del cambio únicamente cuantitativo, gradual, evolutivo; el crecimiento de lo que ya en el mismo principio está dado, lo que existe en forma acabada. Semejante interpretación del desarrollo niega los saltos, las transformaciones revolucionarias y es incapaz de explicar el nacimiento de lo cualitativamente nuevo. El materialismo dialéctico niega tal interpretación del desarrollo y enseña que el “movimiento es biforme: evolutivo y revolucionario” (Stalin). En forma evolutiva se efectúan los cambios cuantitativos, insignificantes, ocultos, continuos, que preparan los cambios radicales, cualitativos, los que se efectúan en forma súbita, a modo de saltos, revolucionariamente. El desarrollo se produce “a modo de salto, catastrófico, revolucionario”; “soluciones de continuidad”; la “transformación de la cantidad en calidad” (Lenin). De esta manera, la evolución y la revolución no pueden ser separadas la una de la otra, están necesariamente relacionadas entre sí, y el verdadero desarrollo es la unidad de la evolución y la revolución. “La historia real emprende estas diversas tendencias, así como la vida y el desarrollo en la Naturaleza comprenden, tanto la evolución lenta como los saltos rápidos, las soluciones de continuidad” (Lenin). “El movimiento es evolutivo cuando los elementos progresivos prosiguen espontáneamente su trabajo cotidiano e introducen cambios pequeños, cuantitativos, en las viejas normas. El movimiento es revolucionario, cuando estos mismos elementos se unen, se compenetran con una sola idea, y con pasos acelerados se encaminan hacia el campo enemigo para destruir de raíz el viejo orden con sus rasgos cualitativos y establecer un orden nuevo. La evolución prepara y abona el suelo para la revolución, y la revolución corona la evolución y ayuda a su ulterior tarea” (Stalin). El marxismo-leninismo lucha contra el oportunismo que separa la evolución de la revolución y sustituye la lucha revolucionaria por la lucha por reformas. Para el revolucionario, la reforma sólo es un elemento accesorio de la revolución. Lo principal para él es la labor revolucionaria. El marxismo-leninismo lucha también contra los que separan la revolución de la evolución, los que interpretan metafísicamente el movimiento como la única revolución, los que niegan la necesidad de la evolución. Declarando de más el trabajo paciente de organización de las masas para la verdadera acción revolucionaria, desviando a las masas de las tareas de preparación para los saltos, esta teoría pequeño-burguesa es tan reaccionaria como la teoría del evolucionismo. Esta interpretación del desarrollo social es característica de los anarco-sindicalistas. “El anarco-sindicalista rechaza el ‘pequeño trabajo’, particularmente la utilización de la tribuna parlamentaria. En realidad, esta última táctica se reduce a preparar los ‘grandes días’, en medio de la incapacidad para acumular las fuerzas que crean los grandes sucesos” (Lenin)
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