¿En qué consiste la aprehensión?, ¿Por qué los animales no aprehenden?
Respuestas a la pregunta
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No lo sé que no se si te interesa
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Existe una idea muy generalizada de que los conceptos de "Impresión de Realidad" y "Aprehensión Primordial de Realidad", básicos para comprender correctamente la teoría de la inteligencia de Xavier Zubiri, son idénticos. Sin embargo, se advierten algunas diferencias entre ambos, aunque por supuesto muchas más coincidencias. Tratar de establecer la identidad y/o las diferencias entre ambos conceptos, es, de suyo, un complejo problema. Sin embargo, algunas diferencias parecen flotar, así, difusas, como son, principalmente: La de identificar la Impresión Primordial de Realidad como una facultad. Y más aún, de acuerdo con lo anterior, la de identificar a esta última con el, y sólo con el, segundo momento de aquella.
Por ello se ha aplicado en este trabajo, para lograr tal propósito, un procedimiento lento y costoso: Determinar las características de cada una, tal y como se presentan en cuatro libros de Zubiri (Sobre la Esencia, Sobre el Hombre, Inteligencia Sentiente * Inteligencia y Realidad, y Siete Ensayos de Antropología Filosófica), lo cual exigió un previo análisis de los tres estratos de la sustantividad del viviente, esto es, las acciones, las habitudes y las estructuras, en los que Zubiri es tan extenso. Consecuentemente y a la vista de lo anterior, se busca llegar por meros acercamientos, en una especie de proceso analítico - descriptivo, algo así como iterativo, como por prueba y error.
Se ha evitado ligar el tema al concepto de "Transcendencia" que maneja el gran filósofo vasco (El cual amerita un estudio propio e igualmente extenso). En la misma forma, se ha evitado ligarlo con el concepto de "Realidad". Pero en todo hay una estructura, un momento de clausura cíclica que le confiere plena sustantividad al sistema, y que lo hace, por tanto, plenamente de suyo comprensible.
Primer Acercamiento: Los Tres Estratos de la sustantividad del Viviente: Las Acciones, las Habitudes y las Estructuras, en el marco del sentir y del inteligir.
Las acciones humanas y las habitudes constituyen el nivel operativo del hombre como animal de realidades. Las estructuras, por su lado, constituyen el nivel constitutivo. Dentro de estos niveles se sitúa la inteligencia sentiente como habitud, como modo que tiene el hombre de habérselas con las cosas. La habitud no es acción, sino lo que hace posible toda acción.
Estas acciones y estas habitudes enmarcan en los seres vivientes los procesos del sentir, y particularmente, en el hombre, el proceso de inteligir sentientemente.
El hombre se halla entre cosas, externas unas, internas otras, que le mantienen en actividad, no sólo constante sino primaria. El viviente se halla ?colado? entre las cosas, tiene su ?locus? determinado entre ellas; pero también está ?situado?, ?dispuesto? en determinada forma frente a ellas, tiene su ?situs? frente a ellas. Esta colocación y disposición del viviente entre las cosas le determinan su ?estado?, un estado vital, un equilibrio dinámico, una actividad en quiesencia. El estado, entonces, es la quiesencia de un equilibrio dinámico reversible y modificable; dinámico y reversible porque la respuesta efectora restablece el equilibrio alterado por la suscitación; y modificable, por ampliación o por retracción, y en todo caso por modulación, del ámbito de la actividad vital en que el viviente consiste.
Esta quiesencia, este movimiento estacionario, es precisamente la influencia del locus que provoca el situs, y por ello, no hay situación sin colocación. Y este estado vital, como microproceso de las accion
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