¿En que condiciones según la OMS debe encontrarse el agua para que esta sea apta para el consumo humano?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Explicación:
El agua es esencial para la vida y todas las personas deben disponer de un abastecimiento
satisfactorio (suficiente, seguro y accesible). La mejora del acceso al agua de consumo
humano puede proporcionar beneficios tangibles para la salud. Se debe hacer el
máximo esfuerzo para lograr que el agua de consumo humano sea tan segura como
sea posible.
El agua de consumo humano segura, como se define en las Guías, no ocasiona
ningún riesgo significativo para la salud cuando se consume a lo largo de toda una
vida, teniendo en cuenta las vulnerabilidades diferentes que se pueden presentar en
distintas etapas de la vida. Los que presentan mayor riesgo de contraer enfermedades .
transmitidas por el agua son los lactantes y
los niños pequeños, las personas debilitadas
y los adultos mayores, especialmente
si viven en condiciones antihigiénicas.
Generalmente, los que están en situación
de riesgo de contraer enfermedades
transmitidas por el agua pueden necesitar
tomar medidas adicionales para protegerse
contra la exposición a agentes patógenos
en el agua, tales como hervir el agua que
van a beber. El agua de consumo humano se requiere para todos los usos domésticos
habituales, incluida el agua para beber, para la preparación de alimentos y para la
higiene personal. Las Guías se aplican al agua envasada y al hielo destinado al consumo
humano. No obstante, se puede necesitar agua de mayor calidad para algunos fines
especiales, como la diálisis renal y la limpieza de lentes de contacto, y para determinados
usos farmacéuticos y de producción de alimentos. Las Guías pueden no ser adecuadas
para la protección de la vida acuática o para algunas industrias.
La finalidad de las Guías es apoyar el desarrollo y la ejecución de estrategias de
gestión de riesgos que garanticen la seguridad del abastecimiento de agua por medio
del control de los componentes peligrosos del agua. Estas estrategias pueden incluir
normas nacionales o regionales basadas en la información científica que proporcionan
las Guías. Estas describen los requisitos mínimos razonables que deben cumplir las
prácticas seguras para proteger la salud de los consumidores, y determinan “valores
de referencia” numéricos de los componentes del agua o indicadores de la calidad
del agua. Cuando se definen límites obligatorios (normas), es preferible considerar las
Guías en el contexto de las condiciones locales o nacionales medioambientales, sociales,
económicas y culturales. Las Guías también deben formar parte de una estrategia
general de protección de la salud, que incluya el saneamiento y otras estrategias,
como la gestión para prevenir la contaminación de alimentos. Esta estrategia también
suele incorporarse en un marco legislativo y reglamentario que adapta las Guías para
abordar las necesidades y las circunstancias locales .
El motivo principal para no promover la adopción de normas internacionales
para la calidad del agua de consumo humano es que es preferible establecer normas
y reglamentos nacionales basados en un abordaje de análisis de riesgos y beneficios
(de tipo cualitativo o cuantitativo). Además, el mejor modo de aplicar las Guías es por
medio de un marco integrado de gestión preventiva de la seguridad, que se implemente
desde la captación del agua hasta que llega al consumidor. Las Guías proporcionan
una base científica que pueden utilizar las autoridades nacionales como punto de
partida para el desarrollo de reglamentos y normas sobre el agua de consumo humano
adecuadas para la situación de su país. En el desarrollo de normas y reglamentos, debe
procurarse evitar desviar innecesariamente recursos escasos a la creación de normas
y al monitoreo de sustancias cuya importancia para la salud pública es relativamente
menor. El abordaje de las Guías tiene por finalidad generar normas y reglamentos
nacionales que se puedan aplicar y cumplir fácilmente, y que protejan la salud pública