Religión, pregunta formulada por luisafernandagomezsa, hace 9 meses

en que comsiste esa vida eterna que hesus predico? AYUDA​

Respuestas a la pregunta

Contestado por juancarlostutoria
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Respuesta:

Vida eterna en Cristo Jesús

John M. Madsen

Of the First Quorum of the Seventy

“Para conocer al Señor Jesucristo, nosotros y toda la humanidad debemos recibirlo. Y para recibirlo, debemos recibir a Sus siervos”.

Hace casi dos mil años, un joven rico, hizo una pregunta sumamente importante al Salvador: “Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la vida eterna?” (Mateo 19:16).

“Oyendo” las instrucciones del Salvador y Su tierna invitación “ven y sígueme” (Mateo 19:21), el joven rico “se fue triste, porque tenía muchas posesiones” (Mateo 19:22).

Trágicamente, millones de personas hoy en día aún valoran y prefieren “las riquezas de la tierra”, en vez de “las riquezas de la eternidad” (D. y C. 38:39), sin saber o comprender totalmente que “rico es el que tiene la vida eterna” (D. y C. 6:7; cursiva agregada), y que la vida eterna es el don más grandioso que Dios da al hombre (véase D. y C. 14:7). En pocas palabras, la vida eterna es vivir para siempre como familias en la presencia de Dios (véase D. y C. 132:19–20, 24, 55).

En Su grandiosa oración intercesora, el Salvador da a la humanidad la clave para obtener la vida eterna: “Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado” (Juan 17:3).

Pero, ¿cómo puede el hombre llegar a conocer al único Dios verdadero?

El Salvador responde: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” (Juan 14:6).

Testifico que la única manera mediante la cual nosotros y toda la humanidad podemos venir a nuestro Padre Celestial y conocerlo, y de ese modo obtener la vida eterna, es venir al Señor Jesucristo y conocerlo.

Pero, ¿quién es Jesucristo, para que debamos ir a él y conocerlo? No creo que exista un resumen más maravilloso en cuanto a la identidad y el papel del Señor Jesucristo que la declaración que hizo la Primera Presidencia y el Quórum de los Doce, intitulada “El Cristo Viviente: El Testimonio de los Apóstoles”, del cual cito lo siguiente:

“[Jesucristo] fue el Gran Jehová del Antiguo Testamento y el Mesías del Nuevo Testamento. Bajo la dirección de Su Padre, Él fue el Creador de la tierra…

“…Él dio Su vida para expiar los pecados de todo el género humano…

“…Él fue el Primogénito del Padre, el Hijo Unigénito en la carne, el Redentor del mundo.

“Se levantó del sepulcro para ser las ‘primicias de los que durmieron’ (1 Corintios 15:20). Como el Señor Resucitado… ministró entre Sus ‘otras ovejas’ (Juan 10:16) en la antigua América… Él y Su Padre aparecieron al joven José Smith, iniciando así la largamente prometida ‘dispensación del cumplimiento de los tiempos’ (Efesios 1:10)…

“…Su sacerdocio y Su Iglesia han sido restaurados sobre la tierra, ‘edificados sobre el fundamento de… apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo’ (Efesios 2:20).

“…algún día Él regresará a la tierra… [y] regirá como Rey de reyes y reinará como Señor de señores… Todos nosotros compareceremos para ser juzgados por Él.

“…Sus apóstoles debidamente ordenados [testifican] que Jesús es el Cristo Viviente, el inmortal Hijo de Dios. Él es el gran Rey Emanuel… Él es la luz, la vida y la esperanza del mundo” (“El Cristo Viviente”, Liahona, abril de 2000, pág. 2).

Es algo maravilloso y absolutamente esencial saber quién es el Señor Jesucristo.

Pero de nuevo, testifico que la única manera mediante la cual nosotros y toda la humanidad podemos venir a nuestro Padre Celestial y conocerlo, y de ese modo obtener la vida eterna, es venir al Señor Jesucristo, y conocerlo.

¿Qué significa conocer al Señor Jesucristo, y cómo podemos llegar a conocerlo?

El Salvador responde: “…estrecha es la puerta y angosto el camino que conduce a la exaltación y continuación de las vidas, y pocos son los que la hallan, porque no me recibís en el mundo ni tampoco me conocéis.

“Mas si me recibís en el mundo, entonces me conoceréis…” (D. y C. 132:22–23).

¿Podemos verdadera y plenamente comprender Sus palabras? “…si me recibís” a mí, al Gran Jehová, al Mesías, al creador de la tierra, al Salvador y al Redentor del mundo, al Hijo inmortal de Dios; “…si me recibís… entonces me conoceréis” (D. y C. 132:23; cursiva agregada).

Para conocer al Señor Jesucristo, nosotros y toda la humanidad debemos recibirlo. Y para recibirlo, debemos recibir a Sus siervos (véase Mateo 10:40; D. y C. 1:38; 68:8–9; 84:36; 112:20).

Explicación:

espero haberte ayudado :)

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