Religión, pregunta formulada por saritacamila2019, hace 18 días

En otras cuadrillas de trabajo el capataz seguía una tradición, al parecer local, que

consistía en propinar golpes a diestro y siniestro, lo cual nos hacía envidiar la suerte relativa

de no estar bajo su mando o, todo lo más, de estarlo sólo temporalmente. Una vez y debido

a una situación desdichada fui a parar a aquel grupo. Si tras dos horas de trabajo (durante

las cuales el capataz se ensañó conmigo especialmente) no nos hubiera interrumpido una

alarma aérea, obligándonos a reagruparnos después, creo que hubiera tenido que regresar

al campo en alguna de las camillas que trasportaban a los hombres que habían muerto o

estaban a punto de morir por la extrema fatiga. Nadie podría imaginar el alivio que en

semejante situación puede producir el sonido de la sirena; ni siquiera el boxeador que oye

sonar la campana que anuncia el final del asalto salvándose así, en el último instante, de un

K.O. seguro.

un resumen de ese texto y una conclusión o reflexión.
Es para mañana en la mañana por favor.​

Respuestas a la pregunta

Contestado por eliseo42
1

Respuesta:

Explicación:

que el individuo  desdichadamente fue a parar a aquel grupo. el capataz  se ensañó con el especialmente les hubiera interrumpido una

alarma aérea, obligándonos a reagruparse después, creo que hubiera tenido que regresar.

al campo en alguna de las camillas que trasportaban a los hombres que habían muerto o

estaban a punto de morir por la extrema fatiga. Nadie podría imaginar el alivio que en

semejante situación puede producir el sonido de la sirena; ni siquiera el boxeador que oye

sonar la campana que anuncia el final del asalto salvándose así, en el último instante, de un

K.O. seguro.

como vivian los soldados en tiempos de guerra, con maltratos.

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