¿EN NUESTRA VIDA ESPIRITUAL TAMBIÉN TENEMOS ESTAS SEÑALES ? SERÁN IMPORTANTES? ¿LAS CUMPLIMOS? ayuda xf
Respuestas a la pregunta
Respuesta:El creyente debe tener una vida espiritual normal; este es el fundamento para experimentar las palabras de Dios y entrar en la realidad. ¿Pueden, en la actualidad, todas las oraciones, el acercarse a Dios, los cánticos, las alabanzas, la meditación y el intentar descifrar las palabras de Dios, que forman parte de vuestra práctica, satisfacer los estándares de una vida espiritual normal? Ninguno de vosotros tiene esto muy claro. Una vida espiritual normal no se limita a la oración, a los cánticos, a la vida de la iglesia, a comer y beber las palabras de Dios, y otras prácticas semejantes, sino que significa vivir una vida espiritual fresca y llena de vida. No se trata del método, sino del resultado. La mayoría de las personas piensan que, para tener una vida espiritual normal, uno tiene que orar, cantar, comer y beber las palabras de Dios, o intentar descifrarlas. Independientemente de que haya algún resultado, o un verdadero entendimiento, estas personas sólo se centran en pasar por los movimientos del exterior y no se enfocan en el resultado: son personas que viven dentro de los rituales de la religión, que no viven en el seno de la iglesia y, menos aún, son personas del reino. Las oraciones, los cantos y el comer y el beber las palabras de Dios por parte de este tipo de personas, todo ello cumple con las normas; están obligadas a hacerlo y lo hacen según las corrientes; no actúan de buen grado ni desde el corazón. Por mucho que estas personas oren o canten, no habrá resultado alguno, porque toda su práctica consiste en normas religiosas y rituales, y no practican la palabra de Dios. Al centrarse tan sólo en el método, y tomar las palabras de Dios como normas que observar, este tipo de persona no ponga en práctica la palabra de Dios, y que se limite a satisfacer la carne y a hacer cosas para presumir delante de los demás. Esta clase de ritual religioso y de normas proceden del hombre, no de Dios. Él no cumple normas ni se atiene a ley alguna; Él hace cosas nuevas cada día y realiza obra práctica. Como las personas de la Iglesia de las tres Autonomías, que están limitadas a la vigilia matinal diaria, las oraciones vespertinas, la acción de gracias antes de las comidas, expresar agradecimiento en todo, y otras prácticas semejantes, independientemente de cuánto hagan estas personas o el tiempo durante el cual practiquen, no tendrán en ellos la obra del Espíritu Santo. Si las personas viven con normas, con el corazón vertido en la práctica, entonces el Espíritu Santo no tiene forma de obrar, porque el corazón de las personas está ocupado por ellas y por los conceptos humanos; por tanto, Dios no tiene manera de obrar; las personas vivirán siempre bajo el control de la ley, y este tipo de persona no será nunca capaz de recibir el elogio de Dios.
Una vida espiritual normal es vivir una vida ante Dios. Cuando uno ora,