Historia, pregunta formulada por ninayjuan18, hace 11 meses

En la sociedad babilónica ¿Cuál era la situación de las mujeres?

Respuestas a la pregunta

Contestado por JordanoYT
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Respuesta:

LA MUJER EN MESOPOTAMIA

El Código de Hammurabi y otras fuentes.

  Para conocer la situación de la mujer en Mesopotamia, la mejor fuente es el Código de Hammurabi, un conjunto de leyes establecidas por este rey en el S. XVIII a.C. Muchas de sus normas nos describen los derechos y obligaciones de las mujeres, y gracias a ello podemos hacernos una idea de cómo vivían.

  Hay algunos aspectos del Código que son importantes para comprender la mentalidad  de las personas en la antigua Mesopotamia. En primer lugar, el orden social estaba por encima de cualquier tipo de derechos individuales. En segundo lugar, el marido o el padre era el cabeza de la familia. Por último, se consideraba que la legitimidad de la descendencia era esencial, y por ello se limitaba estrictamente la libertad sexual de la mujer, no así la del hombre.

La sumisión de la mujer

  La mujer en Mesopotamia estaba sometida a la autoridad del hombre, bien fuese su padre o su marido.

  Los hijos (tanto los varones como las mujeres) eran considerados posesiones del padre. La mujer no pertenecía al marido, aunque en el aspecto sexual sí que era considerada como una propiedad del esposo y estaba seriamente castigada cualquier relación sexual de la mujer casada fuera del matrimonio, tanto para ella como para su amante.

  Aunque se cree que en Babilonia las mujeres tenían derecho de propiedad, lo más habitual era que el padre o el marido fuesen quienes administraban los bienes familiares.

Matrimonio

   El matrimonio, al menos en teoría, era acordado por el padre o los hermanos, y el Código de Hammurabi establecía que era necesario un contrato para establecer todas las condiciones de la unión y las posibilidades en caso de divorcio o viudedad.

  En el contrato matrimonial había dos conceptos de gran importancia: la dote y el precio de la novia.

 La dote era la cantidad que el padre de la novia otorgaba a su hija para el mantenimiento de su nuevo hogar. Las hijas no tenían normalmente derecho a la herencia del padre, porque se suponía que su parte de posesiones estaba ya entregada con la dote. La dote pasaba a pertenecer al conjunto de bienes del nuevo hogar y sería administrada por el marido.

El precio de la novia era una cantidad acordada que la familia del novio tenía que pagar para que su hijo se pudiera casar con una mujer.

  Un padre podía entregar una hija para ejercer de sacerdotisa de un dios.

Divorcio y ruptura familiar

  Un hombre podía divorciarse de una mujer sin necesidad de una justificación, pero, si había tenido hijos con ella, esta se quedaba con la dote, con los hijos y con los derechos de la propiedad para poder mantenerlos. Además, cuando su ex marido moría, ella tenía derecho a una proporción de las propiedades igual a la de sus hijos.

  Si la mujer no tenía hijos, se devolvía la dote más una indemnización.

  Si era la mujer quien quería divorciarse o el marido se negaba a entregar la dote, entonces intervenían los tribunales. Si la mujer podía demostrar que la ruptura matrimonial era culpa de la dejación del marido, entonces podía irse con sus hijos y con la dote a la casa del padre. Pero si se demostraba que el matrimonio se deshacía por su culpa, perdía la dote y los hijos y el marido podía mantenerla como sierva e incluso arrojarla al río.

La protección de las viudas

  Cuando una mujer Mesopotamia se quedaba viuda, su desamparo era realmente muy grande, por lo que los babilonios establecieron leyes para ofrecerle una ayuda que les permitiese sobrevivir dignamente.

  Para ello se estableció que los regalos de boda debían guardarse como una salvaguarda para la mujer en caso de la muerte del marido. Si no existían estos regalos, se establecía que la mujer heredaba una parte proporcional a la de cualquier hijo de las posesiones del marido. La viuda, además, tenía el derecho a permanecer en el hogar familiar durante el resto de su vida.

  Si una viuda decidía volver a casarse, perdía los regalos de boda y tenía que marcharse del hogar familiar. Aunque si tenía hijos a su cargo, debía pedir consentimiento judicial para volver a casarse.

SABÍAS QUE… El adulterio

  Para los babilonios el adulterio consistía en que una mujer casada mantuviese relaciones con otro hombre diferente de su marido. No se consideraba adulterio las relaciones extramatrimoniales del marido con mujeres no casadas.

  Si una mujer era sorprendida en adulterio con su amante, el marido tenía derecho a atarlos juntos y arrojarlos al río para que se ahogasen. Si lo deseaba, podía salvar a su mujer, pero entonces debía hacer lo mismo con el amante.

 

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