en la segunda presidencia de perón Qué cambios se produjeron en el mundo que perjudicaron al gobierno
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
La Fundación que dirigía Eva Duarte, esposa de Perón y más conocida como «Evita», desarrolló una intensa obra de asistencia para todos los más necesitados: creó hogares para huérfanos y ancianos, escuelas, policlínicos; repartió alimentos y distribuyó máquinas de coser, bicicletas y otros artículos; estimuló la práctica de los deportes a través de la organización de campeonatos infantiles o juveniles a escala nacional.
Luego de la segunda guerra mundial , se afianzó en los países capitalistas la tendencia hacia una mayor intervención estatal en la vida económica y social.
En los países industriales de Europa occidental y de América del Norte se desarrolló un nuevo tipo de Estado, denominado «Estado de bienestar«.
La transformación consistió en que los estados de bienestar –en especial los del norte de Europa occidental– aseguraban al conjunto de la población una amplia cobertura de servicios sociales «desde la cuna hasta la tumba«, como rezaba la propaganda del laborismo inglés, que apoyaba este tipo de medidas.
eva duarte de peron y la fundacion
Durante el primer gobierno de Domingo Perón, en medio de la imposición de algunas medidas antidemocráticas o autoritarias, como el de nombrar jueces amigos en la Corte Suprema, intervenir algunas universidades, perseguir a la prensa opositora y usar el aparato estatal para propaganda política, su esposa Evita realizaba una noble obra entre los más humildes, los trabajadores y las mujeres, y sobre todo sus discursos desafiantes contra la «oligarquía», contribuían a profundizar un enfrentamiento que fue derivando en una división tajante de la sociedad argentina entre peronistas y antiperonistas.
Mientras limitaba las posibilidades de acción de los partidos políticos, Perón impulsó a empresarios, trabajadores, profesionales y comerciantes a organizarse para presentar sus demandas ante el Estado.
El Estado valorizaba a los trabajadores y alentaba su progreso económico y social.
Los sectores populares urbanos, renovados por la llegada incesante de migrantes del interior, pudieron comprar ropas, calzados, radios, heladeras, cocinas…
Accedieron a canchas, plazas, lugares de baile, cines y otros lugares de esparcimiento y diversión. Sus hijos pudieron realizar estudios secundarios y algunos llegaron a la universidad.