En La Guerra Fria.
-Averigua por qué protesta la gente. Eso se conecta con el racismo y la discriminación. .
Explicá por qué.
Respuestas a la pregunta
En el mundo actual, el racismo y la discriminación racial se manifiestan en formas complejas y perturbadoras. En el caso de Europa, estas cuestiones se están convirtiendo cada vez más en elemento esencial de algunos problemas políticos y sociales. Los Estados miembros del Consejo de Europa1 vienen tomando desde hace varios años medidas firmes y sostenidas para luchar contra esta tendencia y hacer frente a las persistentes expresiones de racismo y xenofobia.
Imposible hacer un inventario exhaustivo y enumerar todos los problemas observados; nos limitaremos, pues, a decir que, en general el racismo y la discriminación se manifiestan en todos los aspectos principales de la vida cotidiana, como el empleo, la educación, la vivienda y el acceso a los servicios sociales; en las violaciones de los derechos humanos contra miembros de las comunidades romaníes; en aptitudes hostiles contra los migrantes, refugiados y solicitantes de asilo y la estigmatización de esos grupos; en la creciente frecuencia de los incidentes antisemitas; en la intensificación de las expresiones de islamofobia; en el uso de argumentos racistas, antisemitas y xenófobos en el discurso político; y en un clima negativo en el seno de la opinión pública, que desempeña un papel crucial en la aparición de expresiones de racismo e intolerancia dentro de la sociedad. Estas tendencias, por supuesto, varían en escala de un país a otro, pero son suficientemente significativas como para suscitar preocupación.
Para hacer frente a la situación, los países europeos han concebido respuestas en el plano nacional y europeo. La característica principal de las medidas adoptadas por los Estados miembros del Consejo de Europa en los últimos años es que las cuestiones relacionadas con la lucha contra el racismo y la discriminación racial se aborden desde la perspectiva de la protección y promoción de los derechos humanos: en otras palabras, el derecho a la protección contra el racismo y la discriminación racial se considera, en primer lugar, un derecho fundamental de todos los seres humanos.
Por último, los Estados miembros dieron un nuevo paso en la lucha contra el racismo y la discriminación racial en 1994 cuando establecieron y pusieron en funcionamiento la Comisión Europea contra el Racismo y la Intolerancia (ECRI). Esta Comisión, cuya labor se basa en el respeto de los derechos humanos, tiene como función proteger contra el racismo y todas las formas de discriminación racial a todas las personas que se encuentran en el territorio de los Estados miembros del Consejo de Europa. La ECRI está formada por miembros independientes e imparciales cuyas actividades estatutarias incluyen la vigilancia del racismo y la discriminación racial en cada país, la formulación de recomendaciones sobre políticas generales y la concienciación y difusión de información a través de sus relaciones con la sociedad civil.