Historia, pregunta formulada por dbelizan37, hace 11 meses

En la época de la Colonia había sectores privilegiados y sometidos. Estas
diferencias sociales generaban muchas situaciones injustas. ¿Te parece que en la
sociedad actual hay situaciones de injusticia? ¿Todas las personas gozan de los
mismos derechos? Da ejemplos que apoyen tus respuestas.
necesito las respuestas para hoy, por favor...

Respuestas a la pregunta

Contestado por hurai
1

Respuesta:

L

a decisión del Gobierno de Paraguay de dedicar la XLIV Asamblea

General de 2014 a los temas del desarrollo y la inclusión social,

llegó en un momento muy oportuno para incidir en un debate que

se reactiva en todo el mundo y muy especialmente en las Américas.

El crecimiento ha sido importante en América Latina a pesar

de los años de crisis en el norte del continente, más aún cuando ha sido

acompañado de un fortalecimiento significativo de la democracia. En ese

contexto, el retraso de la plena inclusión de todos los ciudadanos en los

beneficios del desarrollo adquiere una importancia fundamental. Desde

hace varios años hemos venido sosteniendo que, además de las debilidades

que aún existen en nuestras instituciones y en nuestra práctica política, la

plena vigencia de la democracia en América adolece de un grave problema

de desigualdad, que no solo afecta a la convivencia democrática, sino que

es también un obstáculo para un crecimiento sano.

Nuestra región no es la misma de hace tres décadas. Un mejor

crecimiento económico ha permitido también reducir la pobreza y ampliar

la perspectiva de una vida mejor para muchos habitantes del continente.

Los niveles de cumplimiento de las Metas de Desarrollo del Milenio son

positivos en casi todos los países. Nuestro enfoque del problema debe

incluir estas consideraciones; pero debe reconocer también que estos

INTRODUCCIÓN

Desigualdad, democracia e inclusión social

José Miguel Insulza*

- 14 -

logros no han tenido, por sí solos, el efecto virtuoso de convertir a nuestras

sociedades en más igualitarias.

Lejanos están los tiempos en que se pensaba que la interacción

entre democracia y economía de mercado reduciría las desigualdades.

Al contrario, la enorme injusticia que existe en nuestros países en

la distribución de la riqueza y en el acceso a los bienes sociales, daña

gravemente el tejido democrático.

La pobreza y la desigualdad son aún más inaceptables en un

continente que no es pobre, pero si profundamente injusto. Si bien en

la última década la cantidad de pobres ha disminuido sustantivamente,

muchos de los que han conseguido este importante paso aún enfrentan,

junto a otros que estaban allí antes, condiciones de extraordinaria

precariedad. Un estudio reciente1

pone en un tercio de la población total de

América Latina el número de personas que vive en hogares con un ingreso

de entre 4 y 10 dólares diarios. Estos “luchadores” (strugglers) ya han salido

de la pobreza que aún aqueja a más de 167 millones de latinoamericanos;

pero llamarlos, como algunos lo hacen, “sectores medios”, tampoco tiene

sentido. En realidad, son muchos millones de “no pobres”, que se ubican

en una zona de ingreso que los hace aún extremadamente vulnerables.

Por otro lado, el tema de la desigualdad ya no es latinoamericano

sino hemisférico, por cuanto los países más desarrollados de la región

también se enfrentan a condiciones crecientes de desigualdad y

acumulación de la riqueza en manos de pocos hogares, al tiempo que

excluyen a importantes sectores de su sociedad.

Como veremos más adelante, gran parte de la reciente alarma por

la desigualdad se ha centrado en sus aspectos económicos, especialmente

en la distribución del ingreso. Sin negar que la forma en que se distribuyen

los recursos materiales está en el corazón de la desigualdad y de la

exclusión, hay que precisar que ellas abarcan también otras áreas del

quehacer social, con orígenes que, en muchos casos, no provienen de

Explicación:

Otras preguntas