¿En estos tiempos de pandemia existirán personas como la madree Teresa de Calcuta?¿Quienes ?
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Respuesta:
Cuando visitó la capital del departamento colombiano de Norte de Santander, la madre Teresa de Calcuta ya era toda una celebridad mundial del altruismo y la vida religiosa y misionera. Incluso, ya había recibido el premio Nobel de Paz. Pero no tuvo un recibimiento multitudinario. Ni honores, ni mayores protocolos ni nada parecido. (Vea la galería: La madre Teresa de Calcuta ya es santa)
La monjita, que este domingo será elevada a los altares, estuvo dos veces en Cúcuta y pasó casi que inadvertida no solo en esa ciudad, sino en todo el país. Y sucedió así porque ella lo pidió.
“Hay que cuidarse del orgullo, porque el orgullo envilece cualquier cosa”, decía la religiosa, a quien la Iglesia católica convertirá en santa 19 años después de su muerte, en una ceremonia que se augura multitudinaria en la plaza de San Pedro del Vaticano, a cargo del papa Francisco.
Pocos registros existen sobre el paso de la madre Teresa por la capital nortesantandereana. El padre Carlos Alberto Escalante, director del periódico La verdad, de la Diócesis de Cúcuta, se ha encargado de investigar y documentar las huellas de la santa en la ciudad, donde la veneran hace muchos años.
La primera visita de la religiosa, de origen albanés y naturalizada en India –donde gestó gran parte de su obra en la ciudad de Calcuta–, ocurrió el 27 de mayo de 1981.
El entonces obispo de Cúcuta, un monseñor llamado Pedro Rubiano Sáenz –quien años más tarde se convertiría en arzobispo de Bogotá y excelentísimo cardenal de Colombia–, la invitó a que fundara una casa para ayudar a los más pobres. (Además: 'La madre Teresa siempre trabajó en defensa de la vida humana': Papa)
Ella aceptó y así llegó con su obra al marginado barrio San Luis. Allí montó una casa pequeña y precaria que empezó a ser atendida por un grupo de monjas extranjeras –de Asia y África– de la comunidad Misioneras de la Caridad, de la cual ella fue la fundadora. Eran seis y no hablaban nada de español.
Más tarde –sigue el padre Escalante– se trasladaron al barrio Aniversario. Allí montaron una casa más grande, donde les dan techo y comida a 200 abuelos sin hogar, y un comedor donde les dan almuerzo a otras 200 personas, muchas de ellas habitantes de la calle.
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