En el texto se habla de una abeja y una cigarra. ¿Conoces alguna fábula que tenga como personaje a una abeja o cigarra? Realiza entre ambos textos las comparaciones y sus diferencias
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Si
*-La cigarra y la hormiga*
Durante el verano una hormiga muy
trabajadora iba y venía una y otra vez
del campo a su hormiguero, siempre
cargada con algo. Pronto llegaría el
otoño y después el invierno. Por lo
tanto debía de recoger granos, hojas
y otros alimentos para almacenarlos
y poder tener provisiones hasta la
llegada del próximo verano.
Mientras tanto, una cigarra cantaba
muy contenta, tumbada en la rama
de un árbol. La cigarra cantaba y cantaba a
todas horas alegremente. No
se preocupaba de nada más
que de comer y de cantar.
La hormiga, que veía siempre
a la cigarra descansando, no
entendía por qué ella no se
preocupaba de llenar también
su despensa para cuando
llegase el invierno.
Un día la cigarra le dijo a la
hormiga:
-No deberías trabajar tanto.
Haz como yo. Olvídate del
trabajo, descansa, diviértete y
disfruta de la vida.
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Pero la hormiga no le hizo caso y continuó igual de laboriosa, acarreando hacia
la despensa de su hormiguero todos los alimentos que encontraba a su paso. Lo
mismo que ella también hacían otras hormigas que vivían en su hormiguero.
Mientras la cigarra, que era muy perezosa para trabajar, cantaba sin parar,
alegre y feliz, en los días de verano.
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Pasó el verano y llegó el otoño, y como las nubes amenazaban lluvia, la hormiga
trabajó aún más para terminar de llenar su granero.
- ¡Estoy muy satisfecha de mi trabajo!- pensó la hormiga- Ya tengo provisiones
para todo el invierno. Y, después de esto se refugió en su hormiguero, porque
se acercaba el invierno y empezaba
a hacer frío.
-¡Qué frio tengo! – Dijo la cigarra- Ya
no tengo ganas de cantar. Además
tengo mucha hambre. Pero ¿dónde
podré encontrar comida y un refugio
para soportar este frío?
Entonces se acordó de la hormiga y
del alimento que había recogido,
mientras que ella solo se preocupó
de cantar y cantar. Por eso pensó en
ir a su casa para pedirle ayuda.
La hormiga, que era muy bondadosa,
al verla muerta de frío le ofreció
refugio en su granero y le dio alimento.
La cigarra se lo agradeció mucho y, por
fin comprendió lo importante que es
trabajar.
A partir de entonces le prometió a la
hormiga que cuando llegase la
primavera trabajarían juntas y que
sólo después de realizar su trabajo
se dedicaría a cantar.
*-La abeja y la mariposa*
Una mariposilla de flor en flor volando, sin detenerse apenas corría todo el prado. En sus variantes giros, salió una abeja al paso, que dijo: son tus vuelos inútiles y vagos. ¿A qué dar tantas vueltas? ¿A qué agitarse tanto? ¿Tus galas y colores es por lucir acaso? Ya que tan graciosa y leve giras en vuelos raudos, procura que ellos sean de utilidad en algo, ¿No ves cómo nosotras solícitas libando el néctar de las flores, panales fabricamos? ¿No ves cómo las mieles al hombre son de agrado, y nuestra cera alumbra delante del sagrario? La leve mariposa, sin el menor cuidado, sobre las bellas flores siguió revoloteando. Moraleja: Hay niños mariposas, que huyendo del trabajo, sobre palabras bellas de un libro pasan rápido; pero hay niños abejas que estudian más despacio, y las ideas liban que encierran los vocablos.
Explicación: