¿En dónde se originó la filosofía? Elaborar mapa
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
La filosofía antigua es el período de la historia de la filosofía occidental que corresponde a la Edad Antigua. Comprende la filosofía griega (presocrática y helenística) y la filosofía romana.1
Explicación:
La Filosofía Latinoamericana nació con el conflicto acerca de lo propio y lo ajeno, es decir una filosofía que hizo de su propio estatuto de posibilidad el contenido a desarrollar. Por tanto, un pensamiento que alejado de los cánones metafísicos y epistemológicos propios del occidente europeo, se ha jugado desde sus comienzos por contestar las dos preguntas fundamentales para nuestra región ¿Qué somos? y ¿Qué podemos ser en el orden mundial? Con toda la carga política e identitaria que estas preguntas llevan tras de sí. El presente artículo pretende dar cuenta de ese ideario desde los emancipadores y los positivistas de fines del siglo XIX hasta la filosofía revolucionarista de los años sesenta.El tema de la filosofía latinoamericana presenta una duda inicial, José Gaos se ha preguntado “¿Hay razón de ser hombres de lengua española o de América para no satisfacerse con la filosofía, por ejemplo, de lengua inglesa o con la filosofía Europea sino, Asiática?1”. Sabemos que la humanidad ha desarrollado una rica tradición filosófica. Las problemáticas que han aquejado a cada época están prolijamente detalladas en una multiplicidad de textos, hoy día, canónicos. Entonces, ¿existe alguna razón para que nosotros, hombres de esta América, no nos contentemos con esta rica tradición? Parece que si, porque la historia de las ideas en Latinoamérica está marcada por un deseo constante de encontrar el camino de la propia filosofía. Si para los primeros filósofos griegos la filosofía es afán de saber, ese afán, en Latinoamérica siempre se ha presentado como la voluntad de dar respuesta nada más y nada menos, a nuestra capacidad y posibilidad de pensar. Tal es el desafío lanzado desde los primeros escritos surgidos en el continente; interrogación por una filosofía americana que se reconoce como un planteamiento desde América y para americanos, problemática que contradice histórica y temáticamente la intención de situar la filosofía como una reflexión referida a problemas universales, eternos, y en tanto que tal, no sometida a determinaciones temporales ni regionales.