En Chile, ¿Cuál ha sido la mayor evidencia del cambio climático?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:Un análisis de los cambios actuales y proyecciones futuras de la temperatura del aire y la precipitación para los escenarios B1, A2 o RCP2.6 y RCP8.5, se realizaron en este estudio. En general, la tendencia lineal de las temperaturas extremas para el periodo 1961 – 2010 revelan un aumento de la temperatura en el territorio nacional, sin embargo, este aumento estaría forzado por el salto climático ocurrido el año 1977 asociado al cambio de fase de la PDO. Un análisis más detallado revela una disminución de la temperatura en las estaciones costeras de las regiones norte y central de Chile, así como un aumento en el interior de las mismas regiones después del salto, y que estaría forzada por el aumento de la temperatura mínima. Por otra parte las simulaciones futuras indican para fines del siglo 21 un aumento de la temperatura del aire superficial a lo largo del país de entre 2o y 5 oC, siendo mayor en el norte grande y norte chico, especialmente en zonas cordilleranas, y siendo los meses de verano los que presentarían los mayores cambios (veranos más calorosos). En cuanto al régimen pluviométrico, los registros indican una disminución en la región sur del país, un ligero aumento en la región central durante el último tercio del siglo 20, pero luego una significativa disminución en el presente siglo. Para la región norte y austral la precipitación muestra un ligero aumento aunque no significativo. Las proyecciones para mediados y fines del siglo 21 indican que este comportamiento observado continuará pudiendo alcanzar de 20% hasta un 50% respecto a los valores climáticos actuales, en la zona central y sur principalmente en los meses de verano; y un aumento de alrededor de un 20% en la región del extremo austral del país. La consecuencia del aumento de la temperatura y disminución de la precipitación producirá una reducción de las masas de hielo y nieve de los glaciares cordilleranos con una alteración en los recursos hídricos del país, un desplazamiento hacia el sur de las características agrícolas-forestales con cambios 2 del tipo de cultivos, posible aparición de enfermedades propias de climas tropicales, alteración de los recursos pesqueros, entre otros cambios específicos propios de la diversidad de ecosistemas que presenta el territorio nacional. Los recursos hídricos para la agricultura y la generación de energía hidroeléctrica son vitales para el desarrollo de Chile. Las proyecciones del IPCC y otros modelos regionales indican para el futuro menos precipitación y acumulación de nieve, así como un aumento de la temperatura en valles interiores y en los Andes para mediados y fines del siglo 21. Esto trae consigo una mayor volatilidad hidrológica que se acentúa con los mecanismos naturales de variabilidad climática como las asociadas con la ocurrencia de El Niño - La Niña. Se espera que un cambio en el ciclo hidrológico, lo que en algunos casos hará que el máximo de escorrentía se desplace de mes o en algunas regiones sea uniformemente distribuida. Las principales fortalezas que Chile tiene para la elaboración de las políticas de adaptación son: i) la localización geográfica con características del clima diferenciadas latitudinal mente a lo largo del país, así como, una variación latitudinal de oeste a este con un valle central extendido de norte a sur, la cordillera de la Costa y de los Andes. Esta situación ofrece una amplia gama de posibilidades de adaptación; ii) factores económicos relacionados con los acuerdos internacionales para la importación y exportación de bienes y un ambiente económico y político relativamente estable; y is) un desarrollo de capacidades básicas y buena relación pública-privada que puede facilitar futuras iniciativas de adaptación
Explicación: