¿En Casa Tomada con que actitud enfrentan el sonido de las presencias extrañas?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Explicación:
Trama
Dos hermanos de poco más de cuarenta años de edad viven solos en una antigua casa familiar en la que «podían vivir ocho personas sin estorbarse». Son los últimos de su genealogía y tienen dinero suficiente para no tener que trabajar, así que solo se dedican al mantenimiento de la casa y a sus aficiones. Un día se dan cuenta que en la casa hay una especie de «invasores» que empiezan a desplazarlos.
Personajes
Irene: Es una mujer afable y paciente que la describe el narrador como «una chica nacida para no molestar a nadie». Con un talento impresionante para tejer todo tipo de prendas de vestir y que pasaba el día en dicha labor.
El hermano de Irene y narrador: Es la voz narradora del cuento, un hombre culto, amante de la literatura y la cultura europea. Preocupado por el bienestar de su hermana, y quien se encarga de ir los sábados a comprar lana para ella.
María Esther: La novia del hermano de Irene, que falleció antes de que se pudieran comprometer.
La casa: Es espaciosa, silenciosa y antigua, por la que pasaron varias generaciones de la familia: los bisabuelos, el abuelo paterno y los padres de los protagonistas, así que alberga muchos recuerdos familiares. El narrador dice sobre ella lo siguiente: «A veces llegamos a creer que era ella la que no nos dejó casarnos».
Invasores: En el texto se dice muy poco sobre ellas, salvo que son ruidos sordos y que tienen el poder de tomar irremediablemente la casa: «El sonido venía impreciso y sordo, como un volcarse de silla sobre la alfombra o un ahogado susurro de conversación». Pero se intuye que algún tipo de daño grave podrían causar debido al temor que producen en los protagonistas.
El carácter o personalidad de Irene y su hermano no evoluciona, lo que sí cambia es su ubicación física: al inicio del cuento viven en la casa y al final, fuera.
La casa cambia de habitantes; pasa a albergar únicamente a los invasores.
Tiempo
‘Casa tomada’ se cuenta de forma lineal es decir que el narrador nos presenta los eventos en la misma secuencia en que ocurrieron (cronológicamente), haciendo uso del tiempo verbal: pasado. El narrador emplea la elipsis para moverse entre largos periodos de tiempo, aunque no se llega a especificar el tiempo cronológico del cuento. Pero se puede deducir que se trata de varios años: «Irene rechazó dos pretendientes sin mayor motivo, a mí se me murió María Esther antes que llegáramos a comprometernos. Entramos en los cuarenta años con la inexpresada idea de que el nuestro era un…»
Por otro lado el tiempo histórico del cuento se puede ubicar después del año 1939 gracias al único dato al que el narrador hace referencia en este sentido: «Yo aprovechaba esas salidas para dar una vuelta por las librerías y preguntar vanamente si había novedades en literatura francesa. Desde 1939 no llegaba nada valioso a la Argentina».
En 1939 estalla la Segunda Guerra Mundial por lo que esto repercutía en la entrada de libros a Argentina provenientes de Europa.
Espacio
La casa dónde viven los personajes está ubicada en Buenos Aires, Argentina, lo que es mencionado en un par de ocasiones: «Buenos Aires será una ciudad limpia, pero eso lo debe a sus habitantes y no a otra cosa». También se hace mención a una calle o tal vez una localidad llamada Rodríguez Peña: «… la biblioteca y tres dormitorios grandes quedaban en la parte más retirada, la que mira hacia Rodríguez Peña».
Aunque Cortázar ubicó el relato en este país sudamericano esto no tiene ninguna influencia sobre los eventos narrados.
Narrador: tono y ritmo
Este cuento está narrado en la voz del hermano de Irene. Durante todo el relato se emplea la primera persona: yo /nosotros. El narrador describe de manera minuciosa las rutinas diarias de ambos hermanos y la distribución de la casa, así como las sensaciones que le producía a él vivir allí.
Con un tono nostálgico evocando recuerdos con añoranza y evidente tristeza por lo sucedido. El ritmo es pausado debido a las descripciones. Desde el inicio el narrador deja claro que de quién quiere hablarnos es de la casa y de Irene: «Pero es de la casa que me interesa hablar, de la casa y de Irene, porque yo no tengo importancia».
Es posible que hayan transcurrido varios años entre lo sucedido y el momento en que el narrador decide relatarlo, y que quizás Irene ya no viviera para ese entonces: «Lo recordaré siempre con claridad porque fue simple y sin circunstancias inútiles».
Figuras literarias en Casa tomada
En este cuento podemos encontrar el uso de muchas figuras literarias. Por ejemplo las metáforas, los símiles, y las descripciones de la casa y los movimientos de los dos hermanos por ella que son maravillosas. Creo que cuando escribimos una escena es imprescindible lograr que el lector vea con claridad el lugar (abierto o cerrado) sin que surjan confusiones en su cabeza que lo despisten. En’Casa tomada’ pareciera que Cortázar usara una cámara para mostrarnos la casa, dándonos una visita guiada perfecta.