En 15 líneas analiza el ejercicio de la libertad de los involucrados (Estado, sendero luminoso, sociedad, etc.) Argumenta desde los conceptos de libertad y niveles del razonamiento moral de Kohlberg.
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Respuesta:
RESUMEN
Este trabajo se estructura en dos partes. En la primera, el objetivo es ofrecer una síntesis de la teoría del desarrollo moral de Kohlberg y de su aplicación al ámbito educativo. En la segunda se hace una revisión crítica de aspectos de la teoría moral con proyección educativa. Para acabar, se defiende la actualidad y utilidad de algunos planteamientos de Kohlberg, especialmente la experiencia de democracia participativa en la institución educativa (just communities). Ello se fundamentará a partir de la descripción de algunos cambios acontecidos en la sociedad y en el contexto más próximo en que tiene lugar la educación en las sociedades avanzadas.
Palabras clave: Lawrence Kohlberg, filosofía del desarrollo moral, educación moral, just communities, dilemas morales
ETAPAS
Kohlberg define 3 niveles de desarrollo moral:
ETAPAS DE LA CONCIENCIA MORAL : Es esa voz interior que nos obliga a actuar de una forma y también nos dice si son correctas o no nuestras acciones. Es la capacidad de juzgar no solo nuestras acciones, sino también las de los demás, como buenas o malas.
ETAPAS DE LA CONCIENCIA MORAL:
ETAPA DE SOCIONOMíA. (moral externa–interna 9 – 12 años)
ETAPA DE AUTONOMÍA. (moral interna, 13 años en adelante)
ETAPA DE ANOMIA. (premoral 0 a 6 años)
ETAPA DE HETEROMANCIA. (moral externa 7-8 años)
ETAPAS DEL DESARROLLO MORAL CONVENCIONAL: Kohlberg sometió al test a los niños, cada tres años durante dos decenios para observar cómo iban cambiando sus respuestas según crecían. Tras el análisis de los resultados, identificó seis etapas de desarrollo moral repartidos en tres niveles de razonamiento: preconvencional, convencial y postconvencional.
ETAPAS DEL DESARROLLO MORAL POSCONVENCIONA: Kohlberg define tres niveles de desarrollo moral: preconvencional, convencional y posconvencional. ... En el nivel posconvencional el sentido de la moralidad se define en términos de principios y valores más abstractos. El individuo cree ahora que algunas leyes son injustas y pueden ser cambiadas o eliminadas.
CRITICA:
La comprensión de la persona no puede hacerse solo desde su independencia o posibilidad de actividad propia, sino que debe estar en íntima relación con el bien de los demás y con las exigencias de la propia naturaleza; por eso es muy necesario entender el fin de la vida humana. El conocimiento de lo que el hombre realmente es, y de lo que es bueno para su naturaleza proporciona la base para una auténtica relación con los demás. En este sentido, la Ética a Nicómaco (Aristóteles, 1999) contiene una de las investigaciones más significativas acerca de lo que es el bien del hombre. En Libro I, Aristóteles se pregunta cuál es la actividad más perfecta del ser humano; es decir, la más elevada y excelente, la más bella y, por ello, la más agradable y placentera. Llega a la conclusión de que lo bueno por sí mismo es la vida conforme a la razón o vida virtuosa; lo que hace feliz al hombre es la perfección de la actividad según la razón, es decir, la virtud. A su vez, en la cuestión 55 de la I-II, Tomás de Aquino (1959) define la virtud como un hábito operativo bueno. El énfasis de la educación en las virtudes, como su palabra lo indica, se sitúa en la virtud, no en la autonomía como el elemento decisivo para comprender la vida moral. Lo importante es la educación del carácter de la persona, guiada por la recta razón. Las virtudes se adquieren ejercitándose en ellas, lo que crea hábitos, disposiciones estables en la conducta que mueven a la acción. Como dice Aristóteles en el Libro II de la Ética a Nicómaco (1999), la virtud es el hábito por el cual el hombre se hace bueno. Por eso se puede decir que no hay nadie que sea un experto en educar moralmente, porque dicha educación supone la responsabilidad de quien forma, de modo tal que enseñe con su buen ejemplo, más que con sus inteligentes razonamientos. Así, la educación moral no afecta solo al intelecto, sino también a la afectividad, que también es educable, aunque no seamos completamente dueños de sus vaivenes. Se trata entonces de fomentar en la infancia buenos sentimientos, actitudes altruistas y de preocupación por los demás. Pero esta educación requiere, además de una sólida base intelectual, la adquisición de los conocimientos que faciliten responder de modo virtuoso a las interrogantes que la vida práctica plantea. Para juzgar de manera recta se necesita previamente ser bueno, no tener velada la inteligencia por defectos del carácter; los discursos no son suficientes para hacernos virtuosos, se precisa de la práctica y del buen ejemplo de quienes nos educan. Educar en las virtudes exige a quien lo realiza que él mismo se esfuerce por adquirirlas.
Explicación: