empieza ahora, la Revolución no será una tarea fácil, la Revolución será una empresa dura y llena de peligros, sobre todo, en esta etapa inicial, y en qué mejor lugar para establecer el Gobierno de la República que en esta fortaleza de la Revolución (Gritos y aplausos); para que se sepa que este va a ser un gobierno sólidamente respaldado por el pueblo en la ciudad heroica y en las estribaciones de la Sierra Maestra, porque Santiago está en la Sierra Maestra (Gritos y aplausos). En Santiago de Cuba y en la Sierra Maestra tendrá la Revolución sus dos mejores fortalezas (Aplausos).
Pero hay, además, otras razones: el movimiento militar revolucionario, el verdadero movimiento militar revolucionario, no se hizo en Columbia. En Columbia prepararon un “golpecito” de espaldas al pueblo, de espaldas a la Revolución y, sobre todo, de acuerdo con Batista (Aplausos).
Puesto que la verdad hay que decirla y puesto que venimos aquí a orientar al pueblo, les digo y les aseguro que el golpe de Columbia fue un intento de escamotear al pueblo el poder y escamotearle el triunfo a la Revolución. Y, además, para dejar escapar a Batista, para dejar escapar a los Tabernillas, para dejar escapar a los Pilar García y a los Chavianos, para dejar escapar a los Salas Cañizares y a los Ventura (Aplausos).
El golpe de Columbia fue un golpe ambicioso y traidor que no merece otro calificativo, y nosotros sabemos llamar las cosas por su nombre y atenernos, además, a la responsabilidad (Aplausos).
No voy a andar con paños calientes para decirles que el general Cantillo nos traicionó y no es que lo voy a decir, sino que lo voy a probar. Pero, desde luego, lo habíamos dicho siempre: no vayan a tratar a última hora a venir a resolver esto con un “golpecito militar”, porque si hay golpe militar de espaldas al pueblo, la Revolución seguirá adelante, que esta vez no se frustrará la Revolución.
Esta vez, por fortuna para Cuba, la Revolución llegará de verdad al poder. No será como en el 95 que vinieron los americanos y se hicieron dueños de esto (Aplausos). Intervinieron a última hora y después ni siquiera dejaron entrar a Calixto García que había peleado durante 30 años, no quisieron que entrara en Santiago de Cuba (Aplausos). No será como en el 33 que cuando el pueblo empezó a creer que una Revolución se estaba haciendo, vino el señor Batista, traicionó la Revolución, se apoderó del poder e instauró una dictadura por once años. No será como en el 44, año en que las multitudes se enardecieron creyendo que al fin el pueblo había llegado al poder, y los que llegaron al poder fueron los ladrones. Ni ladrones, ni traidores, ni intervencionistas. Esta vez sí que es la Revolución.
Pero, no querían que fuese así. En los instantes mismos en que la dictadura se desplomaba como consecuencia de las victorias militares de la Revolución, cuando ya no podían resistir ni siquiera 15 días más, viene el señor Cantillo y se convierte en paladín de la libertad. Naturalmente, que nosotros nunca hemos estado en una actitud de rechazar cualquier colaboración que implicase un ahorro de sangre, siempre que los fines de la Revolución no se pusiesen en peligro. Naturalmente, que nosotros siempre hemos estado llamando a los militares para buscar la paz, pero la paz con libertad y la paz con el triunfo de la Revolución, era la única manera de obtener la paz.”
RESPONDE
1. ¿En el discurso anterior de Fidel Castro se puede apreciar una ideología que se encuentre detrás del movimiento revolucionario?, ¿Por qué crees tú que se transforma posteriormente en un gobierno socialista?
2. De acuerdo al discurso anterior Fidel Castro señaló la difícil tarea que tiene por delante la revolución, ¿en base qué razones podríamos inferir que el señale esto?
3. ¿Cuál es la principal causa según el texto anterior para llevar a cabo un revolución, en base a las armas?, ¿Por qué?
carolvidela50:
por favor necesito algo más eficaz
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Respuesta:
"El pueblo de Cuba sabe que el gobierno revolucionario no es comunista".
Lo dijo nada menos que Fidel Castro Ruz el 19 de abril de 1959, cuando la Revolución Cubana apenas daba sus primeros pasos.
El entonces primer ministro cubano, fallecido el 25 de noviembre a la edad de 90 años, renegaba en ese tiempo de la "campaña" para vincular al naciente gobierno con el comunismo.
"Nuestra Revolución es tan cubana como nuestras palmas. (...) Y toda esta campaña de `comunista`, campaña falsa, campaña canallesca, que ni nos preocupa, ni nos asusta", remató Castro en un discurso realizado en Washington D.C., donde se encontraba de visita oficial.
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