emma, mi hermana, hallo a Maria sentada en el jardin. Había llorado. Sus
ojos humedecian con lágrimas, sus mejillas pálidas, antes llenas de gracia y
lozania
-¿Por qué has venido sola hoy?-le pregunto Emma abrazándola
Yo queria acompañarte..
-Si-le respondió-lo sabía, deseaba venir sola. Crel que tendria fuerzas. Ayúdame a andar.
Se apoyo en el brazo de Emma y se dirigio al rosal. Maria lo
contemplo y quitándole las dos rosas más frescas, dijo:
-Tal vez serán las últimas. Mira cuántos botones tiene
Acercando a su mejilla la rama más florecida, añadió
-¡Adios, rosal mio, simbolo de su constancia! Dile a Efrain que lo cuide mientras pude -le dijo a Emma. quien lloraba con ella.
Mi hermana quiso sacarla del jardin diciendole -¿Por que te entristeces asi? Si
volveremos todos los dias
-Estemos todavia aqui-le respondió y desprendio todas las azucenas de su mata predilecta, diciendo a Emma:
-Dile que nunca dejó de florecer. Ahora si, vámonos.
Se detuvo en la orilla del arroyo y le murmuro a mi hermana:
-¡No quiero irme sin volver a verlo aqui! Durante el día, se la vio triste y silenciosa; por la tarde, estuvo en mi cuarto y dejó
en el florero las azucenas que había cogido por la mañana, Alli fue Emma a buscarla cuando ya había oscurecido.
Estaba reclinada en la ventana y los bucles de su cabello casi ocultaban su rostro.
-Maria-le dijo Emma despues de verla en silencio-, no te hará mal este aire de la noche?
Ella le respondio tomándole de la mano y
sentándose
-Ya nada puede hacerme mal y... itengo que decirte tantas cosas!
[bude] Rizo del cabello.
-¿No hay tiempo para que me las digas en otra parte? To, tan obediente a las órdenes del doctor, vas asl a hacer infructuosos todos sus cuidados y los nuestros. Hace dos días que no eres ya dócil como antes.
-Es que no saben que me queda muy poco tiempo-respondió abrazando a Emma y sollozando,
-¡No digas eso! ¡Efrain si va a llegar!
-Sin poder decirle... me ire sin poderlo esperar. Nunca los sintomas han sido como los que estoy sintiendo. Necesito que lo sepas todo antes que me sea imposible decirtelo. Quiero dejarle cuanto yo poseo. Emma, pondrás-continuo-en el cofrecito en que tengo sus cartas esta sortija que puso en mi mano en vísperas de su viaje, y en mi delantal envolverás mis trenzas. Dios quiere librarle del dolor de hallarme como estoy.
(infructuoso. Que no da resultado.
-Estréchalo, Emma, por mi en tus brazos y dile que no en vano luche por no abandonarlo... que me espantaba más su soledad que la enfermedad misma, y...
Maria dejo de hablar y temblaba en los brazos de Emma, ella la cubrio de besos y sus labios la hallaron inmóvil, la llamo y no respondio, dio voces y acudieron en su
auxilio.
Todos los esfuerzos del médico fueron en vano para restableceria El anciano
sacerdote de la parroquia acudió a las doce al llamamiento que se le hizo.
Frente a la cama de Maria se coloco una mesa adornada con las más bellas flores del jardin y un crucifijo. De rodillas, ante aquel altar humilde y perfumado, oro el
sacerdote. Mi madre y mis hermanas se arrodillaron.
El sacerdote pronunció estas palabras al oldo de Maria
-Hija mia, Dios viene a visitarte: ¿quieres recibirlo?...
Ella continuo muda e inmovil como si durmiese profundamente.
+
El sacerdote miro a Mayn, el doctor, quien comprendió al instante esa mirada. Tomo
el pulso a Maria, diciendo enseguida en voz baja:
-Cuatro horas, lo menos.
Le dio la absolución suprema, la bendijo y la ungiò. Los sollozos de mi madre, de mis
hermanas y las hijas del montañes acompañaron la oración.
Una hora después, Juan se había acercado al lecho y se empinaba para alcanzar
ver a Maria, llorando porque no lo subian.
Tomole mi madre en sus brazos y lo sento en el
-Esta dormida, no?
Asi preguntó el inocente niño, reclinando la cabeza en el mismo almohadon en que descansaba María y tomándole en sus manifas una trenza como lo acostumbraba para dormirse.
Mi padre interrumpió esa escena que agotaba las fuerzas de mi madre y que los asistentes presenciaban contristados.
absolver
Liberar de alguna obligacion
(contristado. Apenado, affigido
A las cinco de la tarde, Mayn, quien permanecia a la cabecera
se puso en pie, y sus ojos humedecidos dejaron comprender
terminado la agonia.
Sus sollozos hicieron que Emma y mi madre se
precipitasen sobre el lecho.
Estaba como dormida; pero dormida para siempre...
iMuerto!
iSin que mis labios hubiesen aspirado su postrer aliento! isin que mis oldos hubiesen escuchado su último adios!
iSin que alguna de tantas lágrimas vertidas por mi después
en su sepulcro, hubiesen caído sobre su frente!
Jorge Isaacs (adaptación)
revisando a Maria,
a mi padre que habia
postrer Ultime, final
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el doctor se lo dijo días antes
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