elige dos bienaventuranzas con las que puedas establecer un compromiso con dios . Representa las en dibujos
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Bienaventurados los pobres de espíritu…
Por pobreza de espíritu se entiende cuando nuestras vidas están totalmente orientadas y su centro es Dios, y nadie más que él. Es cuando vivimos necesitados de su acción en nuestra vida, cuando acudimos a él en todo momento y en toda ocasión. No tenemos nada más que a él. La vida de Jesús estuvo siempre orientada a obrar la voluntad del Padre. No quiso nunca hacer nada que no fuese lo que a Dios Padre agradase. Mi alimento es hacer la voluntad del que me envío (Jn 4, 34.)
Y
Bienaventurados los que están afligidos…
La aflicción de la que el Señor nos habla hace referencia a un dolor fuerte y profundo al punto que no se puede contener y que se hace manifiesto por lágrimas, actitud desanimada; es un dolor reconocible, abierto a los demás, que se comunica justamente para dar campo al consuelo. Esta actitud primero está referida a nuestra relación personal con Dios, a no cerrarnos y escondernos ante el dolor, sino acudir a su consuelo y abrazos. También tiene aspecto de relación con el prójimo. No aparentar estar bien frente a los demás, sino ser sincero y dar la oportunidad de generar comunión en el dolor, de sufrir en compañía.