elaboren una cronología de causas y finalidades de Túpac de Katari
Respuestas a la pregunta
Fricciones entre aimaras y quechuas
Julián Apaza alias Túpac Katari, como caudillo rebelde de las tropas de la etnia aimara, se alió parcialmente e hizo frente a la supremacía quechua. Su autoridad se hacía explícita en su nombre (Tupac: brillante en quechua; katari: serpiente en aimara). Su rebelión tuvo características muy particulares y diferencias notables con la de Túpac Amaru II. A pesar de encontrar cierta resistencia, la facción quechua tuvo desde el principio control sobre la facción aimara, liderada por Túpac Catarí. Diego Cristóbal Túpac Amaru se había disgustado frente a las pretensiones de este de actuar como virrey de Túpac Amaru II, aunque finalmente fue aceptado como gobernador, particularmente por sus conocimientos del territorio, sus contactos personales y su ascendiente sobre la masa indígena. Túpac Katari utilizó a sus parientes, para que lo ayudaran y ocuparan los puestos directivos. De igual forma utilizó el sistema de colaboración mutua entre parientes, y los vínculos creados por el compadrazgo. El líder utilizó su experiencia como trajinante de coca y bayetas, para organizar junto a sus parientes un comercio clandestino de coca y vino, cuyas ganancias fueron empleadas para financiar el movimiento rebelde y abastecer las tropas del Alto Perú. Sus conexiones familiares sirvieron tanto para reclutar tropas como para organizar el apoyo económico del movimiento, de igual manera que lo hizo Túpac Amaru II con sus parientes arrieros. Un elemento diferencial importante derivado de las diferentes posiciones sociales de ambos líderes, fue que si Túpac Amaru II ejerció un control vertical sobre su movimiento a través de su política de cambiar caciques y alcaldes indígenas en las provincias que llegó a controlar, Túpac Katari no pudo imponer verticalmente su autoridad, dejando que los caciques fueran propuestos por las comunidades indígenas. Tal diferencia se debería a que Túpac Amaru II era parcialmente reconocido como integrante de la nobleza indígena y tenía la posibilidad de pedir apoyo económico y político a los caciques vecinos, mientras que Túpac Katari carecía de ese privilegio, necesitando recurrir a las comunidades locales para garantizar el control de la rebelión aimara. Ello también explicaría la violenta reacción de Túpac Katari frente a los privilegios y la colaboración con los españoles de algunos caciques, llegando a ejecutar a alguno de ellos. Otra diferencia fue la de que, si en la fase quechua los criollos participaron como armeros, escribanos y asesores, en la fase aimara su peso social disminuyó notablemente en número e importancia, siendo casi inexistente. Ni Túpac Katari, ni Miguel Bastidas, hermano de la esposa de Túpac Amaru, sabían leer ni escribir, y sus escribanos o amanuenses fueron generalmente mestizos. El alejamiento de los criollos del movimiento rebelde se debió particularmente al aumento creciente de la violencia, y a los reiterados ataques de parte de los indígenas a los intereses económicos y privilegios que poseían aquellos en haciendas, minas y obrajes. Como indígena puro, Túpac Katari desarrolló una política mucho más radical respecto a los criollos, considerándolos blancos y prescindiendo de su apoyo en el Alto Perú.