Elaborar un texto expositivo con los contenidos del realismo!
Respuestas a la pregunta
Respuesta: Fui un niño asesino. No quiero decir un asesino de niños, aunque la idea no está mal. Quiero decir un niño asesino, es decir, un asesino que resulta ser un niño, o un niño que resulta ser un asesino.
¿Creen que es fácil?
Asesino de niños «no está mal». Escribo está memoria en una habitación alquilada, bastante indecorosa y que apesta a basura, y afuera, en la calle, hay niños jugando. Y como es normal, como sería normal para ustedes y para cualquier otra persona que por casualidad leyese estas sudorosas palabras mías, los niños hacen ruido. Las personas normales siempre hacen ruido.
Así es la vida. La vida sigue su curso, haciéndose más y más ruidosa a medida que yo me hago más y más silencioso, y todas esas personas normales, bulliciosas, sanas, que me rodean, van presionándome, con bocas repletas de dientes sonrientes y bíceps encantadoramente protuberantes. Una cosa que deseo hacer, lectores míos, es minimizar la tensión entre escritor y lector. Sí, existe tensión.
Ustedes se ponen impacientes porque, por lo visto, no puedo empezar a contar esta historia de un modo normal , y les gustaría saber, de un modo bastante caprichoso, si ahora me encuentro en alguna institución mental o si estoy loco en un lugar menos oficial, si estoy arrepentido , si en estas páginas va a llegar la sangre al río, si habrá múltiples y violentos encuentros entre macho y hembra, y si, tras esas extravagancias, he recibido justo castigo. Es la vida. Tengo una historia que contar, efectivamente, y soy la única persona que puede contarla, pero si la cuento ahora, en lugar del año que viene, saldrá de un modo, y si hubiese podido forzar mi cuerpo obeso, palpitante, a empezarla hace un año entonces hubiese sido una historia diferente. Debe ser porque la historia que tengo que contar es mi vida, sinónima de mi vida, y ninguna vida empieza en ninguna parte.