Castellano, pregunta formulada por Usuario anónimo, hace 8 meses

- Elaborar un reporte de lectura, sobre el texto “Una mirada a Chaparrí”, señalando la intención del autor y sustentado tu opinión


lynieldani: voy espera
lynieldani: dale es esta "¿porque somos feos y no bonitos?"
lynieldani: entonces nada ya byes brigado
lynieldani: me largo

Respuestas a la pregunta

Contestado por catalina760957
23

Respuesta: espero que te sirva :)

Explicación:Nuestra estancia en Chaparrí incluye un tour a la cercana comunidad de Santa Catalina de Chongoyape, donde

los artistas unieron sus talentos para pintar un mural en el centro comunitario. Las tierras alrededor del poblado

están desnudas y degradadas y es difícil imaginar el cultivo de tal terreno. Esto nos hace admirar aún más la

resolución de los pobladores y su dedicación en el establecimiento y protección de la reserva de Chaparrí. Ese es

un ejemplo que augura buenas esperanzas para el futuro de la región.

Durante nuestra estancia, visitamos una vivienda, construida de ladrillo y barro. Fuimos invitados a la cocina para

ver los cuyes (cobayos). En medio de un entra y sale de niños, perros y gallinas, subimos al elevado umbral y de

allí entramos a la tenue luz de la cocina. Según nuestros ojos se adaptan a la luz, vemos pequeños grupos de

cuyes (de todas tallas, patrones y colores) amontonados en las esquinas y corriendo de un lado para otro a lo

largo de la pared. Para hacernos el show, nuestro anfitrión agarra un puñado de hierba fresca y lo lanza hacia el

centro del piso. Esto provoca una estruendosa avalancha de chirridos y agudos silbidos, de los pequeños

animales que buscan en el montón de hierba y se disponen a devorarla.

En nuestra última tarde en Chaparrí, Darren Rees y yo desafiamos el sol del mediodía y caminamos hacia arriba,

pasando el cercado del oso hasta alcanzar una vista panorámica; con una espléndida vista de las montañas de

Chaparrí, por un lado, y el embalse y las tierras bajas por el otro. Notamos que el precioso Gorrión de Tumbes es

el ave más común en estas laderas altas secas. Pintar aquí, es un trabajo desafiante y caliente, pero la ligera

brisa hace el calor más soportable. De regreso en la casa, un rápido chapuzón en el río borra pronto los efectos

del polvo y el calor de la tarde; y queda luz solo para que yo termine una acuarela del Colibrí Ventrirrufa, posado

sobre el arroyo.

Después de una semana en la reserva es hora de emprender camino hacia el Norte, aunque muchos de nosotros

lamentamos la partida. Todos coincidimos en que a pesar de la tarántula en la ducha y el ocasional pecarí debajo

de la cama ¡Chaparrí es un fino lugar de estancia para un artista!

En nuestro viaje en dirección Norte, hacia Ecuador, fracasamos en la búsqueda del Alcaraván Peruano y la

Cortarrama Peruana, pero tuvimos mejor suerte con un dormidero de búhos, cerca de Olmos. Nuestro carro

golpea desafortunadamente a un gran perro negro que corrió de repente hacia el medio de la carretera y tuvimos

otros casi-choques con ovejas, cerdos, vacunos y gallinas. Los animales sueltos son un peligro constante

mientras se maneja. Dondequiera vemos evidencias de una infraestructura que se derrumba, y la cantidad de

basura alrededor de los poblados es desconcertante. Con tantos problemas sociales que necesitan atención, nos

preguntamos si la conservación podrá algún día ser una prioridad aquí.Nuestra estancia en Chaparrí incluye un tour a la cercana comunidad de Santa Catalina de Chongoyape, donde

los artistas unieron sus talentos para pintar un mural en el centro comunitario. Las tierras alrededor del poblado

están desnudas y degradadas y es difícil imaginar el cultivo de tal terreno. Esto nos hace admirar aún más la

resolución de los pobladores y su dedicación en el establecimiento y protección de la reserva de Chaparrí. Ese es

un ejemplo que augura buenas esperanzas para el futuro de la región.

Durante nuestra estancia, visitamos una vivienda, construida de ladrillo y barro. Fuimos invitados a la cocina para

ver los cuyes (cobayos). En medio de un entra y sale de niños, perros y gallinas, subimos al elevado umbral y de

allí entramos a la tenue luz de la cocina. Según nuestros ojos se adaptan a la luz, vemos pequeños grupos de

cuyes (de todas tallas, patrones y colores) amontonados en las esquinas y corriendo de un lado para otro a lo

largo de la pared. Para hacernos el show, nuestro anfitrión agarra un puñado de hierba fresca y lo lanza hacia el

centro del piso. Esto provoca una estruendosa avalancha de chirridos y agudos silbidos, de los pequeños

animales que buscan en el montón de hierba y se disponen a devorarla.

En nuestra última tarde en Chaparrí, Darren Rees y yo desafiamos el sol del mediodía y caminamos hacia arriba,

pasando el cercado del oso hasta alcanzar una vista panorámica; con una espléndida vista de las montañas de

Chaparrí, por un lado, y el embalse y las tierras bajas por el otro. Notamos que el precioso Gorrión de Tumbes es

el ave más común en estas laderas altas secas. Pintar aquí, es un trabajo desafiante y caliente, pero la ligera

brisa hace el calor más soportable. De regreso en la casa, un rápido chapuzón en el río borra pronto los efectos

del polvo y el calor de la tarde; y queda luz solo para que yo termine una acuarela del Colibrí Ventrirrufa, posado

sobre el arroyo.


TheFox64: Mucho Texto
TheFox64: Ok no
Mxon: mUcHo TeXtO jdkas
RIPer2020: mUcHoTeXtO000
rodrigotinoco22: uhhhhhhhh nop
Byul97: mUCHO TEXTO
Zegarra1344: Es perfecto
Zegarra1344: OMG
Zegarra1344: Gracias
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