elaborar un listado de prácticas saludables que promueven el bienestar familiar , social y cultural
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Llevar una alimentación equilibrada. La alimentación es la base para una buena salud en general. ...
Practicar ejercicio de forma habitual. El 31% de la población infantil tiene sobrepeso. ...
Beber agua. ...
Descansar correctamente. ...
Mantener una buena higiene. ...
CUIDE SU ALIMENTACIÓN. Mantener una buena hidratación y llevar una dieta sana, variada y equilibrada le ayudará a mantener un peso saludable y a reducir el riesgo de enfermedades. ...
prevenir en lo posible accidentes domesticos laborales y de trafico
ser sociable y amigable con las demas personas♡
en el acceso a la educación, la salud, la alimentación, la vivienda o los bienes de consumo, entre otras cosas. Vea también Calidad de vida.
Asistor a una iglesia en familia participar en una religion
celebrar en familia las costumbres de cada año
Explicación:
ahi esta espero qie te ayude!!!!!
Respuesta:
El concepto de salud pública no hace referencia solamente a la salud de la población, sino también a la salud
generada por la población. En efecto, la sociedad, entendida como la población organizada, es el principal
actor de la salud pública y tiene, en última instancia, la responsabilidad de los medios colectivos de
protección de la salud de sus miembros, incluidas las actuaciones del Estado, como su principal instrumento
institucionalizado. Sin embargo, el papel de las poblaciones en la salud pública no lo llevan a cabo en la
sociedad solamente las organizaciones formales. Es también resultado de actuaciones e interacciones
sociales, formalmente organizadas o no, que repercuten positiva o negativamente, directa o indirectamente,
en la salud. Para su eficacia no exigen una intención o una finalidad definidas con relación a la salud, pero
sus efectos positivos son ampliados cuando son ejecutadas, conscientemente, con ese propósito. La salud es
así parte de la vida cotidiana de la población, tanto individualmente como en grupo y resultado de sus
acciones e interacciones en la sociedad.
DESARROLLO Y FORTALECIMIENTO DE UNA CULTURA DE LA VIDA Y DE
LA SALUD
Las prácticas incluidas en este grupo tienen como propósito convertir la vida y la salud en
valores fundamentales, en derechos y responsabilidades del ser humano dentro de la sociedad.
Una cultura de la vida es garantía del carácter sostenible y del desarrollo de la sociedad que la
mantiene. La cultura de la vida contiene los valores esenciales para la convivencia, el respeto
mutuo y la cooperación entre los actores sociales; es, además, la fuente de algunos valores
relacionados, como la paz, la solidaridad y la participación democrática. Una cultura de la
vida no es la negación del yo, pero exige la conciencia del otro, del mismo modo que la
proyección del yo en la existencia del otro es necesaria para la protección del desarrollo de la
vida dentro de la comunidad. Esto abre el camino al reconocimiento de la unidad de la vida y
de la interdependencia de todas las formas de vida, en que la muerte es sólo una contingencia
de la necesidad biológica o una imposición de la supervivencia, supeditada a la manutención
de las especies. Con ese entendimiento es con el que se construye la estructura de la
convivencia pacífica basada en la colaboración entre todos los miembros de la sociedad.
ATENCIÓN A LAS NECESIDADES Y DEMANDAS DE SALUD
Este grupo contiene las prácticas sociales específicas y necesarias para la atención de la
salud. Contempla la forma en que la sociedad y sus miembros reconocen los problemas de
salud y las necesidades de atención, lo que constituye las bases para la demanda de servicios
de salud, incluidos los más informales o alternativos. Comprende también los esfuerzos para
la creación de servicios de atención de salud, su organización y puesta en marcha, o sea, se
ocupa de la demanda social y de una oferta de servicios en respuesta a los problemas,
necesidades y demandas de atención. En la confluencia de esos dos tipos de acciones están
las prácticas de autocuidado, de la demanda y usos de los servicios organizados de salud y,
en general, las formas en que la sociedad conforma y usa los sistemas de salud y de atención
de salud.
Las prácticas de este grupo se derivan, en gran medida, de las prácticas de otros grupos. Por
otro lado, aun cuando la amplitud de los sistemas de salud y, específicamente, la oferta de
servicios de atención de salud resulten de decisiones de naturaleza científico-técnica y se
deriven de la racionalidad en el uso de los recursos disponibles, la utilización de esos
servicios depende fuertemente de la cultura. Eso incluye también, en muchos aspectos, el
control sobre el funcionamiento de los mercados en materia de salud y la generación de
demandas espontáneas.
DESARROLLO DE CIUDADANÍA Y DE LA CAPACIDAD DE PARTICIPACIÓN
Este grupo de prácticas es fundamental para las estrategias sociales endógenas o interpuestas
a las sociedades, constituyen el motor principal de la sociedad en movimiento y aportan
dinamismo al proceso de creación y desarrollo de las instituciones y organizaciones a través
de las cuales esta misma sociedad opera. Además, y especialmente, le permiten ejercer su
dominio y control sobre ellas, incluso para evitar que algunos grupos particulares se
apropien de ellas, con lo que se reduciría o eliminaría su carácter social. Una ciudadanía
eficaz, consciente y participativa es el fundamento de la democracia real y del poder creador
o regenerador de una sociedad. Se puede decir que la ciudadanía, a través de la
participación, es el hecho que marca la diferencia hacia un desarrollo integral que incorpora
necesariamente a la salud pública, o a la salud en general, en sus dimensiones colectiva e
individual.
Si la cultura es la base y el capital social es la estructura
Explicación: