elaborar poemas epicos
Respuestas a la pregunta
Los Grandes Poemas Épicos
La Ilíada, La Odisea y la Eneida
Homero
Casi nada se sabe de Homero; pero se cree que era un narrador de talento que cantaba sus historias y que, tiempo después, otro poeta las escribió con la forma en que han llegado a la actualidad. Homero compuso en hexámetros, hacia el 850 antes de C, dos epopeyas sobre la guerra de Troya: la Iliada y la Odisea. Para componer sus poemas, Homero adaptó las leyendas, historias y cantos de su pueblo, y los reunió en relatos épicos, cantando a los dioses y los héroes de una época que representa para él “la edad de antaño”.
La Iliada y la Odisea
LIBRO
Pdf Versión completa Pdf de EDEL – Editorial Electrónica
La Ilíada
La Odisea
Homero
Las leyendas viejas se remontan a tiempos muy antiguos; los padres las transmiten a sus hijos y así sucesivamente durante siglos y siglos. De vez en cuando se modificaba la historia, pues los narradores las embellecían al narrarlas. Sin embargo, muchos hechos citados en la epopeya son exactos, como lo han comprobado descubrimientos recientes. Una ciudad rodeada de muros existía realmente en el Asia Menor, donde Homero situaba a Troya, y había sido destruida por un gran incendio, tal como él lo dice.
Homero debió de sacar sus descripciones del mundo que lo rodeaba, o sea, el de su época. Los sabios apoyan esta opinión, al llamar a la cultura griega descrita en la Iliada y la Odisea, “la edad homérica” o la “edad de Homero”. Hay que tener presente, no obstante, al leer esos poemas, que relatan acontecimientos muy antiguos situados en el marco de un período más avanzado. Homero está junto a Dante y a Shakespeare, los tres mayores poetas de toda la literatura. La Odisea, así como la Iliada, contienen escenas admirables, tales las que describen las tormentas en el mar, la existencia de los marineros y la vida familiar de los griegos.
Se puede ver cómo Ulises es puesto en presencia del espíritu de su madre y cómo suceden su regreso trágico y la liberación de su casa. Homero es hábil para las comparaciones y emplea palabras que por sí solas evocan un cuadro completo: “el mar oscuro como vino”, “el vino de color de miel”, “el alba coronada de oro” y “de dedos de rosa”. La Iliada y la Odisea son las dos más fabulosas historias de aventuras que se conocen. Son, además, una preciosa fuente de información. Muchas de las cosas sobre la vida en Grecia se revelan en ellas. Cómo vivían los griegos, cómo se vestían y qué comían. Alusiones o a veces descripciones detalladas informan sobre sus maneras de combatir y gobernar; sobre sus navíos, sus casas, sus ideas sobre la educación, los deportes, la medicina. Todas las obras épicas contienen descripciones. En aquellos tiempos no había libros ni periódicos, y mucha gente nunca había visto a un rey o a un señor con ricos vestidos, hermosas mansiones o navíos, de modo que oían con placer cómo el cantor los describía. Todas estas cosas y cada detalle se grababa en su memoria.
Los dioses de la antigua Grecia eran hombres y mujeres, de gran belleza y dotados de poderes sobrenaturales. Jamás envejecían. Vivían en la cima del Olimpo, una alta montaña en el norte de Grecia. En su carro o por medio de alas adheridas a los pies, viajaban por los cielos; al igual que el común de los mortales, los inmortales tenían sus defectos: eran celosos, intrigantes, inconstantes, amantes, buenos, generosos, alegres, tristes y a veces también se enojaban. En la Iliada, Hera reprocha a su marido Zeus el querer salvar a Príamo, y Zeus, cediendo a los reclamos de su mujer, permite la ruina de Troya.