Elabora una infografía sobre la contribución de la tecnología en el acceso a las energías limpias.
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Respuesta:
Las economías de Centroamérica son intensivas en el uso de energía* se espera que la demanda eléctrica de este tipo de energías siga creciendo rápidamente en el mediano plazo, con un crecimiento anual del 5% en los próximos 10 años. El principal reto del sector eléctrico en este contexto es cómo y a partir de que fuentes suministrar suficiente energía para poder cubrir esta demanda creciente, la cual es principalmente generada en la actualidad por tecnologías térmicas contaminantes -diésel y fueloil pesado- e hidroelectricidad. Esta situación ha provocado una fuerte exposición a la volatilidad de los precios del petróleo, las sequias y, en última instancia, ha incrementado el coste de energía en la región. Además, América Central es la segunda región más vulnerable a los efectos del Cambio Climático después del Sudeste Asiático**.
En este contexto, diversificar las fuentes de suministro de energía, incrementando el uso de energías renovables como la energía solar o eólica es clave para lograr un desarrollo sostenible. Sin embargo, los sistemas eléctricos aún no están preparados para este reto, que requiere de metodologías y tecnologías avanzadas para gestionar la variabilidad que introducen algunas fuentes renovables y asegurar suministro eléctrico confiable, incluso en condiciones adversas de falta de viento o sol.
El Banco Mundial, en colaboración con ESMAP, KGGTF y SFLAC***, está apoyando a los países Centroamérica para incrementar de manera progresiva la proporción de energía suministrada a partir de fuentes renovables variables como la energía eólica o solar, facilitando la integración de estas tecnologías dentro del sector eléctrico y fomentando por ejemplo el uso de tecnologías de última generación de predicción meteorológica que permita anticiparse a la variabilidad del sol y del viento. Una mayor contribución de energías renovables a la matriz de generación energética permitirá mejorar la seguridad de suministro eléctrico en la región (reduciendo la exposición a la volatilidad de los precios del petróleo y las sequias), así como limitar la emisión de gases de efecto invernadero (GEI) lo que va en línea con los compromisos reflejados en la Conferencia de Paris sobre cambio climático (COP21) y contribuyendo a la reducción del coste de energía en la región.
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