Elabora un presupuesto familiar que refleje el uso responsable considerando las necesidades prioritarias ayuda
Respuestas a la pregunta
Respuesta:Las cinco claves de un buen presupuesto familiar
Para tener una economía familiar saneada debe ahorrarse, al menos, un 10% de los ingresos, que se puede destinar a reducir deudas, crear un fondo para emergencias o preparar la jubilación
PorEROSKI CONSUMERmartes 20 septiembre de 2011
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El comienzo del curso después del verano supone siempre nuevos retos. Conviene organizarse, puesto que los gastos extraordinarios de las vacaciones pueden llegar a desequilibrar la economía doméstica más saneada. Por ello, para tener un mayor
control sobre los ingresos y los gastos, sirve de gran ayuda elaborar un presupuesto familiar en el que se detalle cuánto dinero entra en casa y cómo sale. A continuación se explica en qué consiste un presupuesto familiar y se dan algunas claves sobre cómo hacerlo: realizar una lista con los ingresos, evaluar los gastos, reducir los gastos, implicar a la familia y aplicar el nuevo presupuesto de acuerdo a los ajustes necesarios.
Qué es un presupuesto y para qué sirve
El presupuesto familiar es un documento que se utiliza para controlar las cuentas del hogar. Gracias a él se puede emplear el dinero de una forma responsable, sin gastar más de lo que se gana. Un presupuesto mensual ofrece como resultado un saldo final que informa sobre la diferencia entre lo que se ha ingresado y lo que se ha gastado. Si los ingresos superan a los gastos, la familia es capaz de ahorrar y estos ahorros pueden guardarse, invertirse o emplearse en algún gasto nuevo.
Por ello, sea cual sea la situación económica de una familia, el presupuesto es una herramienta imprescindible para controlar las finanzas domésticas. Un presupuesto bien confeccionado sirve para:
Saber en qué se gasta el dinero. Hacer un seguimiento de los gastos y ser consciente de ellos evita derrochar el capital y ayuda a ahorrar.
Dar prioridad a ciertos desembolsos, para limitar o suprimir los menos necesarios.
Reducir o eliminar las deudas.
Apartar una cantidad todos los meses para ahorrar, según unos objetivos a largo plazo.
Acumular un fondo dedicado a emergencias y poder afrontar gastos inesperados (una enfermedad, una visita urgente al dentista, una avería del coche, la pérdida del empleo).
Vivir de acuerdo a las propias posibilidades, con la tranquilidad que esto supone.
Hacer previsiones de futuro, lo que permite hacer planes para afrontar el mañana de forma estable.
Si los gastos son superiores a los ingresos, el saldo mensual será negativo. Esto puede ocurrir en algún mes y compensarse en otros, para que el saldo anual sea positivo. Sin embargo, se debe conocer cuándo ocurre y en qué magnitud, para evitar descubiertos en el banco o situaciones que comprometan la economía
Explicación: