elabora un guión de radio aproximadamente 3 minutos sobre la Edad Moderna
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Será conveniente empezar por ubicar este libro y definir
sus propósitos y alcances.
Es, ciertamente, una obra técnica, donde el lector podrá
encontrar los recursos instrumentales para escribir y producir buenos programas de radio; pero al mismo tiempo, se sitúa
en otra perspectiva.
El mismo hecho de que comience preguntándose para qué
hacer radio y planteando una pedagogía del medio radiofónico,
ya lo define de alguna manera. Ello supone, en efecto, un
lector que no se propone hacer radio solo por hacer radio,
como un fin en sí mismo, sino que se interesa por aprender a
realizar programas de radio para algo; que procura el dominio
de las técnicas radiofónicas en función de un objetivo, de una
inquietud educativa, en el más amplio sentido de la palabra.
Aspira, pues, a ser útil herramienta de trabajo en manos de
aquellos que, sintiendo la comunicación como una vocación,
no ven en la radio tan solo una profesión y un medio de vida,
sino que la conciben como un instrumento de educación y
cultura populares y como una promotora de auténtico desa
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rrollo; que piensan que éste, como todo medio de comunicación colectiva, tiene una función social que cumplir, un
aporte que hacer frente a las urgentes necesidades de las
masas populares de nuestra región.
Consecuente con esta concepción, este volumen no se propone, entonces, enseñar a hacer todo tipo ni cualquier tipo de
programas radiales. Es, sin duda, un libro técnico; pero está
hecho con el pensamiento puesto en aquellos que quieren
asumir el quehacer radiofónico como un servicio y como un
compromiso con los pueblos latinoamericanos.
Hacia una redefinición del concepto de “ programas
educativos y culturales”
¿No habría sido entonces más claro llamarlo Producción
de Programas de Radio Educativos y Culturales para así
caracterizarlo con más precisión? Acaso sí; pero las expresiones radio educativay radio cultural podían resultar equívocas
y, en lugar de definir mejor el contenido del libro, contribuir
quizá más bien a desorientar y a prevenir en contra suyo a
aquellos lectores a quienes precisamente va dirigido.
Estamos demasiado acostumbrados a que los programas de
radio educativos sean una cosa árida y aburrida. Como esas
medicinas de nuestra infancia que, para que “ hicieran efecto” y fueran juzgadas confiables por nuestros padres, debían
tener necesariamente “ gusto a remedio” : un sabor amargo y
desagradable. Cuando se nos habla de “ radio educativa” , la
imagen que nos surge espontáneamente es la de un solitario
profesor instalado ante el micrófono y enseñando, con voz y
tono de magister, a un invisible alumno, las tradicionales
nociones de la clásica escuela elemental. Y hay que convenir
en que, desgraciadamente y salvo honrosas excepciones, la
mayor parte de la radio educativa que se ha venido haciendo
hasta ahora en América Latina, ha contribuido a reforzar esa
imagen más que a modificarla.
Producción de Programas de Radio 21
Algo análogo sucede con la noción de “ espacio cultural” .
Generalmente se entiende por tal un programa que, casi por
definición, debe mantenerse divorciado de la vida concreta de
las mayorías y tratar de temas ajenos a la realidad inmediata
que las rodea: cuanto más ajenos, más “ culturales” . “ Cultural” es entendido como lo contrario de “ lo popular” . Por
ejemplo, una sinfonía de Haydn o la reseña del estreno de un
ballet en París, es cultural; pero una danza o una artesanía
indígenas no parecen ser consideradas como expresiones de
una auténtica cultura. La cultura es vista como un producto
para elites, selecto y de lujo. Refinado y tal vez un poco
superfluo. Se la asocia mucho más fácilmente a museo que a
vida. En consonancia con esos contenidos, el locutor, al
iniciar ese espacio, hará un deliberado esfuerzo por diferenciarlo del resto de la transmisión, adoptando un engolado
tono formal y solemne.
Este libro sustenta una
Explicación: