elabora un cuento con su perspectiva de la conquista América siendo tu el protagonista
Respuestas a la pregunta
Respuesta: Erase una vez, en donde yo podía ser libre, sin necesidad de cadenas atadas a mis pies y manos como un perro mal portado, para mi lo importante era seguir adelante con mis amigos y familia, disfrutando de que mi vida iba a ser por el lado correcto que yo quisiera seguir, no siguiendo las ordenes de una persona blanca que cree que su inteligencia y saber es lo que dicta superioridad en las demás personas, fui llevad@ a rastras de mi propio hogar a trabajar en otro donde lo único que querían era poder.
Vi como hermanos de mi propio color y dialecto era asesinados cruelmente solo por hacer algo que no esta bien a ojos de otra personas "mayor" que nosotros, ver día a día este suceso no solo con hombres, si no también con mujeres embarazadas y con esposos e hijos, niños que deberían de estar corriendo por la sabana conociendo el mundo sin ataduras pero con limites hasta cierto punto. Me canse de ser el "menor", me canse de este trato que recibimos todos aquí por algo que es diferente a los demás, ¿es acaso un pecado ser diferente, o soy yo que no veo la diferencia entre "mi superior" y yo?, ¿soy menos que ellos o cuantas monedas de oro intercambiaron por mi?, no soy un objeto y mucho menos un perro el cual puedas maltratar, que por cierto, no deberías. Voy a salir sea como sea y no pienso irme solo, me llevare a todos conmigo hasta que vean el poder de que ser diferente no te hace menos ni mas, una acción no define cuanto valgo, mucho menos que debo hacer, los estereotipos de los blancos de ser los primeros en todo no me hace cuerda, ni sentido tiene, el poder para ellos es lo importante, pero es que ni siquiera es poder o respeto el que le tiene su pueblo o la gente a estos, simplemente es miedo a que su sangre sea derramada injustamente por una bala, una soga o un cuchillo recién afilado para carne.
Una noche cualquiera, aliste todo y me fui a un monte cercano para planear un escondite lejos de las personas que nos imponían miedo como si fuera respeto o poder, que para empezar, no merecen tal cosa, si de poder estamos hablando les voy a presentar el poder de la libertad. Con un machete me abrí paso a mi libertad y la de mis semejantes, mis diferentes amigos y amigas, cerca de un rio de fuerte corriente había una cueva donde había el espacio suficiente para poder hacer chozas en donde poder dormir, ademas, el denso grosor de los arboles era mas que suficiente para poder ocultarnos de la muerte, palmera y hojas caídas era material suficiente para crear al menos una choza grande donde poder dormir todos ademas el banano y los cocos que habían podía alimentarnos y ya también teníamos una muy buena fuente de agua.
Día tras día mas gente se unía a mi por las noche para poder irnos a el paraíso de la libertad, un día nos fuimos la mitad y a la otra noche ya estábamos casi todo el campamento en el escondite nos hicimos mas espacio al otro lado del río y vivíamos en espera y paz, hasta que un día una mujer llamada Carmen estaba lavándose la cara en el río y de pronto el rojo carmín de la sangre derramada de la ultima persona que esperábamos bajo con la corriente del río y después de las primeras gotas de agua escurridas de sus manos cayeron vio el cuerpo al otro lado del río de su amado Enrique, que le traspasaba la casa cabeza una bala, el grito que salio de sus labios provoco otro disparo que la tiro al piso yendo con su amado después de todo, señal para que todos corrieran hacia las trampas del bosque que poco a poco se hacia mas oscuro por la anticipada llegada de la noche. Así duramos muchos días, buscando refugio, agua y alimentos para dejarlo todo, hasta que dimos la cara a la guerra y en una sola noche, don de empezó todo dimos fin a la trata de mi raza en estas tierras imponiendo nuestra expresión de libertad hacia los blancos que derrotados nos dejaron poder vivir entre ellos, como naturalmente debíamos hacerlo hace mocho tiempo.
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