-ELABORA TU INFOGRAFÍA, DONDE PLASMES TU IDENTIDAD PERSONAL, TENIENDO EN CUENTA NUESTRA IDENTIDAD NACIONAL Y EL ORGULLO DE SER PERUANO
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Esto es un ejemplo de cómo puedes hacer tu infografía, los cuadrados alrededor son para que pongas tus valores, mentalidades, tu forma de ser en sí, al costado una explicación del por qué amas a tu patria peruana y abajo un compromiso para cambiar el Perú.
Explicación:
Respuesta:
“¡Tengo el orgullo de ser peruano y soy feliz!”, dice el vals. Y creo que muchos peruanos nos
quedamos allí. Una superficial expresión emocional de identidad, donde ninguno de nosotros se
ha preguntado, qué significa ser peruano, y cuáles son las responsabilidades inherentes.
Son muchos los factores que en los últimos tiempos han impedido que los peruanos nos
reconozcamos como tales.
Definitivamente si buscamos en todo el territorio nacional, qué significa ser peruano, nos
encontraremos con muchas “identidades locales”, y ninguna identidad nacional. Los antropólogos
insisten en reconocer como “naciones”: La quechua, la aymara, la ashaninka y algunos cientos
más.
“El Centralismo” ha estado en toda la historia republicana, dentro del imaginario colectivo como,
el enemigo de nuestro progreso, y el causante de la miseria de las provincias. Ese centralismo ha
sido acaso un distorsionador de lo que significaba ser peruano.
La educación cívica impartida en escuelas ha sido tan ineficaz como superficial. En mi época de
estudiante dejaron en manos de un “instructor pre militar”, (el mismo que durante muchas
semanas nos preparaba para marchar el 27 de Julio en el desfile escolar), los conceptos de nación,
patria y país… (Así como dejaron en manos del profesor de Religión, toda la formación de valores)
Es así cómo, el país claudicó la formación cívica y ética de todos los peruanos.
Un país rico en diversidad no puede sino reconocerse también como diverso. Esto que debería ser
base de nuestra riqueza, es mas bien una barrera: Imposible que un agricultor de los valles de la
costa pueda entenderse en términos de igualdad con los comuneros alto-andinos, y estos, con un
ejecutivo de San Isidro. Todo es diferente: El clima, la lengua, las creencias religiosas, mitos y
organización social, amen de las diferencias en desarrollo, educación y articulación a la
modernidad.
Nuestros vecinos del otrora “alto Perú”, van a contramano de la construcción de identidad:
Deciden reconocer la diversidad, cambiando el nombre de su país a Estado pluricultural de
Bolivia, impulsando desde el gobierno (por razones ideológicas) el mandato de centrarse en las
diferencias no en las igualdades. En ese escenario, será imposible crear la deseada identidad
nacional.
Esa influencia llega a nuestro altiplano donde casi gana las elecciones regionales un pintoresco
personaje cuya bandera es la autarquía. “La Nación aymara debe separarse del Perú que no nos
representa”, dice: “Nombraremos nuestros propios jueces por elección popular”. ( ¡Que miedo!,
recordemos que fue él mismo el que estuvo detrás del linchamiento del alcalde de Ilave hacen
unos años).
Quienes se oponen a la globalización (creyendo que globalizarse es una opción) refuerzan a
manera de refugio, las identidades locales, pretendiendo oponer resistencia y otorgándole
inmediatamente juicio de valor.
Explicación: