Castellano, pregunta formulada por arceromina555, hace 2 meses

Elabora la secuencia de los hechos de la parábola las cerezas

Respuestas a la pregunta

Contestado por ximvilc26
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Respuesta:

1.Parbola de las cerezas Cuando Jess y San Pedro iban por elmundo, caminaban un da muy cansados.Haca mucho calor y en todo el camino nohaban encontrado un alma caritativa que lesdiera un vaso con agua, ni un arroyo, porpobre que fuera, que les brindara su corriente.Andando, andando, el Seor, que marchabadelante, vio en el suelo una herradura yvolvindose a su discpulo le dijo:-Pedro, coge esa herradura ygurdatela, pero San Pedro, que iba de muymal humor, le contest:-No vale la pena ese pedazo de hierropara que nos cansemos en levantarle dedonde est. Dejadlo ah Seor. Jess, como siempre, no le argument nada, pero se baj l mismo y cogiendo laherradura se la guard en el bolsillo; ambos siguieron en silencio su camino. Cuando habanandado algn tiempo, se encontraron con un herrero que vena en direccin opuesta a la deellos. El Seor trab conversacin con l un momento que estuvieron parados y al despedirsele vendi en cuatro monedas la herradura que acababa de encontrarse. Siguieron andando y poco despus tropezaron con un vendedor ambulante que iba alpueblo inmediato a vender frutas. Jess le detuvo y con las cuatro monedas que le habandado por la herradura compr media libra de cerezas. A todo esto, San Pedro iba muy calladoy cada vez de peor humor. El calor apretaba. La sed era cada vez ms, pero ya no la padecanJess y San Pedro, sino este ltimo porque el Seor se llevaba las cerezas a la boca y el jugo dela fruta le refrescaba.El Apstol que marchaba penosamente detrs miraba con envidia al Salvador, perocomo las cerezas se haban comprado con el importe de la herradura que l no quiso recoger,no se atreva a pedir parte al Seor. ste no obstante iba dejando caer disimuladamente unacereza de cuando en cuando y San Pedro se bajaba con avidez a recogerla llevndosela a laboca con el ansia de la sed que tena. Cuando se acabaron las cerezas Jess se volvi a sudiscpulo y le dijo:- Ves Pedro como nada en el mundo debe desdearse aunque parezca mezquino ydesprovisto de valor. Por no bajarte una sola vez a recoger la herradura has tenido queinclinarte muchas veces a recoger las cerezas que yo dejaba caer al suelo. Esto te ensear ano despreciar nada ni a nadie. San Pedro no tuvo qu contestar. Baj la cabeza y sigui humildemente al Seor en lajornada de aquel da.

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