Historia, pregunta formulada por massielgoicochea21, hace 1 mes

EL ZAPATERO Y LOS DUENDES Un lunes por la noche, un viejo zapatero se acostó a descansar. Estaba muy intranquilo; rezó y pidió, desde el fondo de su corazón, que le ayudaran. Solo le quedaba cuero para coser un par de zapatos. No tenía más para trabajar y pronto se moriría de hambre. Sin embargo, al otro día, se levantó de muy buen humor. Estaba dispuesto a trabajar todo el día con su último pedazo de cuero. Pero, cuando entró en su taller, pensó que todavía soñaba. -¡Esto es un caso extraordinario!- se dijo al ver lo que había sobre su mesa de trabajo. Su pedazo de cuero había sufrido una maravillosa transformación. Durante la noche, quién sabe cómo, se había convertido en un par de botas finas y resistentes que esa misma tarde un joven y simpático general las compró a muy buen precio. Con el dinero, el zapatero compró el cuero necesario para hacer dos pares de zapatos. Los cortó y lo dejó listo sobre su mesa de trabajo. Luego se fue a dormir. Pero, al despertar, el zapatero tuvo una nueva sorpresa. -¡Esto es un milagro!- se dijo. Los pedazos de cuero ya no estaban. Ahora había sobre su mesa unos zapatos de tacón y unas zapatillas deportivas. No le fue difícil vendérselos a una elegante señora y a su hijo deportista. Con el dinero de aquella venta compró esta vez el doble de cuero. Lo cortó, lo dejó sobre la mesa y se fue a dormir. Y, al otro día, sucedió de nuevo: en su taller, habían cuatro pares de zapatos perfectamente cosidos y acabados. Continuó sucediendo lo mismo durante muchos días. De esta manera, consiguió una gran fortuna con la que comenzó a ayudar a todos los necesitados de su pueblo. Una tarde, poco antes de Navidad, el zapatero le dijo a su mujer, mientras cortaba el cuero de esa noche: -Todo ha sido muy extraño. Sin lugar a dudas, alguien tiene que ver con esto. -¿Y si nos levantamos esta noche? Así podremos saber quién cose los zapatos- sugirió la señora. Fue así como esa noche dejaron encendida la luz del taller y se escondieron detrás de las cortinas. Y, cuando el reloj dio las doce, los esposos vieron algo que los dejó boquiabiertos. Dos hombrecillos, que lucían gorritos rojos y puntiagudos, y ropa vieja y desgastada, se treparon a la mesa. De pronto, empezaron a coser el cuero con tanta habilidad y rapidez que el zapatero no lo podía creer. No tardaron en dejar listos varios pares de zapatos antes de marcharse. -Estos duendecillos nos han hecho ricos; tenemos un compromiso con ellos- dijo la mujer. Anocheció y se escondieron nuevamente detrás de las cortinas. Los hombrecillos no tardaron en llegar, pero esta vez no encontraron cuero sobre la mesa. En cambio, vieron unos regalos que los llenaron de dicha. -Ya no somos zapateros; ahora somos caballeros-; -empezaron a cantar. El zapatero les habría preparado unas botas diminutas y la mujer les había cosido vestidillos y calcetines. Los hombrecitos se vistieron con aquella ropa elegante y se marcharon, saltando y bailando.
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Respuestas a la pregunta

Contestado por mariacardenasgonzale
1

Respuesta:

Búscalo en Google y te sale los hombrecillos

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