el vaso es el único órgano que interviene en la maduración y almacenamiento de los linfocitos
Respuestas a la pregunta
Sin embargo, es importante destacar como el bazo es el principal órgano con dichas funciones pero no el único del organismo.
Respuesta:
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Toda ayuda es poca para sobrevivir a Medicina. Desde Generación Elsevier os seguimos proveyendo con infografías, apuntes y artículos para nutrir vuestro conocimiento y haceros más llano el camino a la meta. El contenido de interés de hoy lo marca un clásico de Medicina: Inmunología básica. Abbas, Lichtman & Pillai . En concreto, os ofrecemos las fases de maduración de los linfocitos.
Los linfocitos son uno de los principales tipos de células inmunitarias. Se dividen principalmente en células B y T. Pueden defender el cuerpo contra infecciones, ya que tienen la capacidad de distinguir las células del propio cuerpo de las ‘extrañas’.
El desarrollo de los linfocitos a partir de las células troncales de la médula ósea implica el compromiso de los progenitores hematopoyéticos en el linaje del linfocito B o T, en la proliferación de estos progenitores, en el reordenamiento y expresión de los genes del receptor para el antígeno, y en la selección para identificar y expandir las células que expresan receptores para el antígeno con una posible utilidad (infografía). Estos episodios son comunes en los linfocitos B y T, aunque los primeros maduren en la médula ósea y los segundos lo hagan en el timo. Cada uno de los procesos que ocurren durante la maduración del linfocito desempeña una función especial en la generación del repertorio de linfocitos.
Los linfocitos son uno de los principales tipos de células inmunitarias. Se dividen principalmente en células B y T. pueden defender el cuerpo contra infecciones, ya que tienen la capacidad de distinguir las células del propio cuerpo de las ‘extrañas’. En esta infografía os mostramos los pasos de su maduración.
Incluso se observa una mayor expansión proliferativa de linajes de los linfocitos B y T después de que los linfocitos en desarrollo hayan completado el reordenamiento de los primeros genes de receptores para el antígeno y el ensamblaje de un prerreceptor para el antígeno (descrito más adelante).
La maduración de progenitores linfocíticos comunes en la médula ósea da lugar al compromiso en los linajes de linfocitos B o T. Este compromiso se asocia a la activación de varios factores de transcripción específicos de linaje y a una mayor accesibilidad de los genes de Ig y TCR al mecanismo de recombinación génica, que se describe más adelante.
Los linfocitos inmaduros proliferan en varios estadios durante su maduración. Es necesaria la proliferación de los linfocitos en desarrollo para asegurar la disposición de un número adecuado de células que expresen receptores útiles para el antígeno y maduren en linfocitos completamente funcionales. La supervivencia y la proliferación de los primeros precursores linfocíticos están estimuladas, sobre todo, por el factor de crecimiento interleucina 7 (IL-7), que producen las células estromales en la médula ósea y el timo. La IL-7 mantiene y expande el número de progenitores linfocíticos (especialmente progenitores de los linfocitos T en los seres humanos, y precursores de los linfocitos B y T en los ratones) antes de que expresen receptores para el antígeno, lo que genera una gran reserva de células en las que pueden producirse diversos receptores para el antígeno.
Este paso es un punto de control de calidad en el desarrollo del linfocito que asegura la conservación de células con receptores funcionales.