El tren era el de todos los días a la tardecita, pero venía como sensible al paisaje. Yo iba a comprar algo por encargo de mi madre. Era suave el momento, como si el rodar fuera cariño en los lubricos rieles. Subí, y me puse a atrapar el recuerdo más antiguo, el primero de mi vida. El tren se tardaba tanto que encontré en mi memoria un olor maternal: Ieche calentada, alcohol encendido. Esto hasta la primera estación. Después recordé mis juegos pueriles y ya iba hacia la adolescencia.
Seguir el texto . Agregarle 90 - 180palabras. (Agregarle 2 estaciones a la narracion) se le puede agregar una introducción, un nudo y un desenlace.
ayuda es para mañana.
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Al salir el tren del andén sin querer seguí recordando, mi primera bicicleta, es uno de los regalos que jamás olvidaré. Todas las tardes después de clases corríamos para dar vueltas en la bici hasta que la luz del sol se ocultaba. Mientras nosotros crecíamos mi primer gran regalo se quedaba igual hasta que ya no cabíamos en ella, mi madre se la regaló a un niño que vive a la salida del pueblo. Pensando en esto no me había percatado que el tren había parado en la segunda estación y ya casi echaba a andar nuevamente. En esta parada siempre sube el señor de gorra azul que vende pasteles, el olor a dulce recién hecho recorre todo el vagón, es imposible resistirse a ese aroma, como todos los días desde hace años lo saludo y le compro cuatro para llevar a casa antes que el sonido del tren me avise que en esta estación me tengo que despedir de él hasta el siguiente día.
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