El segundo párrafo presenta citas, en algunos casos con términos especializados y con el nombre de algunos especialistas. Identifícalos, extráelos, parafrasea y trata de interpretar la idea que presentan. También puedes buscar sus nombres para saber más de ellos. Stanley Hall (1904) -Margaret Mead, 1950) -(UNICEF, 2017) - (Pease, Cubas e Ysla, 2012) “Al mismo tiempo ha ido tomando distancia crítica de las miradas fundacionales del campo de la psicología adolescente, como la de Stanley Hall (1904) que entendía a la adolescencia como un período de sufrimiento, de tormenta y estrés”. ________________________________________________________________________________________________________________________ “Trabajos en diversas realidades culturales (como los estudios clásicos de Margaret Mead, 1950) complejizaron la visión que teníamos de la adolescencia, poniendo en cuestión los determinismos y reduccionismos biologicistas mediante los cuales se explicaba a la adolescencia como una etapa universal, vivida de la misma manera en todas partes del mundo”. ________________________________________________________________________________________________________________________ “Sin embargo, y pese a ese largo viaje, seguimos encontrando que las y los adolescentes suelen ser representados negativamente en los medios de comunicación, principalmente desde la conducta delincuencial o desde el riesgo (UNICEF, 2017)”. ________________________________________________________________________________________________________________________ Encontramos que suelen circular una serie de ideas sobre la adolescencia —lo que en otro espacio (Pease, Cubas e Ysla, 2012) hemos elegido llamar mitos—, bastante presentes en la oferta mediática y cultural existente (televisión, cine, música). Desde esas ideas extendidas, las y los adolescentes son entendidos de manera deficitaria, a partir de lo que les “falta” para ser adultos o desde imágenes reduccionistas o determinadas biológicamente, como dominados por sus hormonas, no pudiendo manejar sus emociones, en una suerte de guerra permanente con sus padres y madres y llevados al mal camino por sus pares (ver Pease e Ysla, 2015 para una discusión de estos mitos).
Respuestas a la pregunta
Identificamos los especialistas a quienes hace referencia cada cita y parafraseamos cada una de ellas:
1. “Al mismo tiempo ha ido tomando distancia crítica de las miradas fundacionales del campo de la psicología adolescente, como la de Stanley Hall (1904) que entendía a la adolescencia como un período de sufrimiento, de tormenta y estrés”.
Especialista: Stanley Hall (1904)
La cita explica como la adolescencia debe ser entendida como una etapa intensa, de transformaciones fundamentales que tienen el potencial de producir turbación y estrés en el joven.
2. “Trabajos en diversas realidades culturales (como los estudios clásicos de Margaret Mead, 1950) complejizaron la visión que teníamos de la adolescencia, poniendo en cuestión los determinismos y reduccionismos biologicistas mediante los cuales se explicaba a la adolescencia como una etapa universal, vivida de la misma manera en todas partes del mundo”.
Especialista: Margaret Mead, 1950
En la cita se expone que los paradigmas biologicistas que sintetizan la adolescencia como un período homogéneo, igualitario en todos los seres humanos resultan ser sesgados e incompletos, puesto que cada grupo social e individuo, según sus condiciones ambientales, experimenta la adolescencia de manera distinta.
3. “Sin embargo, y pese a ese largo viaje, seguimos encontrando que las y los adolescentes suelen ser representados negativamente en los medios de comunicación, principalmente desde la conducta delincuencial o desde el riesgo (UNICEF, 2017)”.
Especialista: UNICEF, 2017
La cita expresa que los medios de comunicación representan a los adolescentes de forma negativa, en alusión a que tienden a desarrollar conductas contrarias a la ley.
4. Encontramos que suelen circular una serie de ideas sobre la adolescencia —lo que en otro espacio (Pease, Cubas e Ysla, 2012) hemos elegido llamar mitos—, bastante presentes en la oferta mediática y cultural existente (televisión, cine, música). Desde esas ideas extendidas, las y los adolescentes son entendidos de manera deficitaria, a partir de lo que les “falta” para ser adultos o desde imágenes reduccionistas o determinadas biológicamente, como dominados por sus hormonas, no pudiendo manejar sus emociones, en una suerte de guerra permanente con sus padres y madres y llevados al mal camino por sus pares (ver Pease e Ysla, 2015 para una discusión de estos mitos).
Especialistas: Pease, Cubas e Ysla, 2012 y 2015.
La cita hace referencia a algunos paradigmas sociales divulgados a través de los medios de comunicación como televisión, cine y en la música. Estos sitúan al adolescente como una persona sin autodeterminación e identidad, que es fácilmente voluble y que tiende a desafiar la autoridad.