Historia, pregunta formulada por ambarvalentina427, hace 15 horas

EL PRÍNCIPE FELIZ Dominando la ciudad, sobre una alta columna, descansaba la estatua del Principe Feliz. Cubierta por una capa de oro magnífico, tenía por ojos dos zafiros claros y brillantes, y un gran rubi centelleaba en el puño de su espada. Era admirado por todos: "Es tan hermoso como el gallo de una veleta" -afirmaba uno de los dos concejales de la ciudad que deseaba ganar fama como conocedor de las bellas artes- "nada más que no resulta tan útil" -añadía, temiendo que las gentes pudieran juzgarle impráctico: cosa que en realidad no era. -* Por qué no puedes ser como el Príncipe Feliz!?” -decía una madre razonable a su pequeño que lloraba por alcanzar la luna- “Al Principe Feliz nunca se le ocurre llorar por nada". -"Me alegra que haya alguien en el mundo que sea tan feliz" -mascullaba un pobre hombre frustrado, contemplando la estatua maravillosa. -"Es igual que un Ángel" -comentaban los niños del coro de la catedral cuando salían de ella con sus esclavinas rojas y sus roquetes blancos y almidonados. -"Cómo lo sabéis?" -replicaba el maestro de matemáticas-, "isi nunca habéis visto uno?" -"Ah, porque los hemos visto en sueños!" -contestaban los muchachos: y el maestro de matemáticas fruncia el ceño y tomaba una actitud muy seria porque no le gustaba que los niños soñasen.​

Respuestas a la pregunta

Contestado por Ale210210
2

Respuesta:

buena historia

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