el origen de la novela urbana
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
El paso de la novela de ciudad a la novela urbana en Colombia hace parte de un proceso literario que se da ligado a un proceso histórico y social: la masificación de las ciudades
Éste fue uno de los procesos sociales más relevante del siglo XX en América Latina.
Explicación:
La aparición de la ciudad en la literatura colombiana se remonta a las primeras
manifestaciones del discurso literario en el país y el pensamiento urbano puede
señalarse con certeza desde finales del siglo XIX cuando el modernismo comenzó
a surtir efecto en los movimientos artísticos nacionales. Según Luz Mary Giraldo
(2000b) el primer esbozo de la novela de ciudad en Colombia es El Carnero (1536), de
Juan Rodríguez Freyle, una crónica criolla –que presenta desde el siglo XVI algunas
características del género novelístico– en la que se relata la vida pública y privada
de las ciudades colombianas que comenzaban a configurarse alrededor del poder
político y religioso. Durante el siglo XIX aparecen novelas como Manuela (1859), de
Eugenio Díaz Castro, o María (1867), de Jorge Isaacs, en las que la ciudad aparece
como un ente físicamente lejano pero se convierte en referente a la hora de determinar
un ideal de identidad nacional (Pineda, 1994: 124). De sobremesa, escrita por José
Asunción Silva en las postrimerías del siglo XIX y publicada póstumamente en 1925
es, según Álvaro Pineda Botero (1994), una de las obras que anuncia la aparición
de la autoconciencia en la novela colombiana, característica que se hace esencial
para la posterior consolidación de la novela urbana. En La vorágine (1924), de José
Eustasio Rivera, la ciudad es perfilada, apunta Giraldo, como “un escenario ausente
del que es necesario huir, una forma de vida que obliga a desprenderse, un estado de
civilización que barbariza y agobia” (Giraldo, 2009: 61). Según Edison Neira (2001)
uno de los fundadores de la literatura de la gran ciudad en América Latina es José
Antonio Osorio Lizarazo que a mediados del siglo XX con El día del odio (1952)
plasma con plena conciencia social la ciudad colombiana masificada y caótica. Por
la época de publicación de este novela, Antonio Curcio Altamar (1975)