El himen ha sido el símbolo de la virginidad, ya que en el primer coito puede romperse y sangrar; por lo que para ciertas culturas, la imagen de la sábana manchada de sangre es celebrada porque representa la pureza de la mujer. Así, un himen intacto hace a una mujer merecedora de un esposo y su ruptura puede afectar su matrimonio e incluso la reputación de su familia. Muchas mujeres pueden nacer sin himen e incluso puede que este no se rompa durante el primer coito. Además, antes de la adolescencia es delgado y delicado, así que actividades como remover tampones, montar a caballo y otros deportes pueden lastimarlo sin realizar actividad sexual alguna. En algunas partes del mundo las mujeres se realizan la himenosplástia. Averigua en que consiste y asume una postura sobre esa práctica. Realiza un escrito de una página en el que expongas tus argumentos a favor o en contra.
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
En mi opinión general, estoy en contra, ya que éste en sí no es ni debe ser un símbolo de virginidad, debido a que se puede romper en cualquier momento incluso haciendo educación física en la escuela.
Como esta membrana suele romperse durante la primera relación sexual está generalizado asociar la virginidad femenina con el himen. Pero la virginidad es mucho más que tener o no tener el himen intacto. De hecho, en el varón no hay ningún signo físico de su virginidad, ni se puede hacer un examen médico para comprobar si ha tenido relaciones sexuales. Pero cada varón sabe si es virgen o no.
Esa membrana se puede romper por diferentes actividades normales de la vida de la mujer (ponerse un tampón, montar a caballo, en bici, hacer gimnasia, etc.) sin que esto signifique realmente la “pérdida” de la virginidad porque la virginidad es algo más que “no tener roto el himen”. Y la virginidad también es más que “no tener relaciones sexuales”. El concepto de virginidad, puede incluir también aspectos como el deseo de valorar y expresar la sexualidad como un regalo, una riqueza, una expresión plena de entrega y amor que busca la unión exclusiva con la persona amada. Los jóvenes que comprenden este aspecto de la virginidad suelen cuidar los gestos físicos de cariño y ternura cuando están en una relación romántica para ser coherentes con este concepto de sexualidad.
En definitiva, la virginidad no es algo exclusivamente biológico (no tener el himen roto o no haber tenido relaciones sexuales), sino que puede incluir también el deseo de preparar el corazón para un amor exclusivo. Aunque una persona haya tenido relaciones sexuales, también tiene la posibilidad de “reconquistar su virginidad”. Consiste en tomar la decisión de dejar de tener relaciones sexuales y hacer el esfuerzo sincero de preparar su corazón para la persona con quien se comprometerá en un proyecto de vida para el resto de sus vidas. Es lo que se conoce como “la segunda virginidad”.
PDTA: espero te haya servido...