el gobierno de gustavo rojas pinilla fue bueno o malo, y porque
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
cosas buenas y malasSu golpe de estado dio fin parcialmente a la persecusión del partido conservador hacia los militantes del partido liberal. Los militantes de este partido eran vetados para tener cargos públicos y en muchos pueblos eran abatidos por las tropas gubernamentales.
Esto lo extracté de Wikipedia
Su mandato se caracterizó por la realización de grandes obras de infraestructura, el inicio del proceso de despolitización de la Policía, la traída del servicio de televisión al país y se puso término a la primera etapa de la época conocida como La Violencia, al llegarse a una tregua con las guerrillas liberales y estableciendo un gobierno avalado por el Ejército y otros miembros de la sociedad colombiana. Durante su mandato se le reconoció en 1954 el derecho al voto a las mujeres. Construyó el aeropuerto El Dorado en Bogotá, el Hospital Militar Central de Bogotá, la calle 26 y el Centro Administrativo Nacional (CAN).
Malo. Que se convirtiera en dictador.
Dictadura[editar]
La armonía entre el gobierno y los dirigentes civiles se rompe cuando en un incidente en la Universidad Nacional, varios estudiantes conmemorarían la muerte de un estudiante llamado Gonzalo Bravo Páez ocurrida 25 años atrás, pero todo culminó con la muerte de un estudiante Uriel Gutiérrez el 8 de junio de 1954 y al día siguiente, 9 de junio, los universitarios marcharon hacia el centro para protestar por el asesinato de su compañero pero fueron abaleados por el Batallón Colombia, veteranos de la Guerra de Corea con un saldo de 12 muertos aunque el gobierno argumentó que tal acción la había cometido el comunismo y la oposición laureanista. Rojas decide asumir la dictadura militar.
Censura y represión[editar]
La dictadura militar de Rojas Pinilla se caracterizó por mantener un continuo enfrentamiento con la prensa, con la expedición de normas legales que pretendían proteger a funcionarios de posibles injurias y calumnias. Igualmente el régimen fomentó la creación de una prensa estatal y paraestatal subsidiada por el gobierno y en el hostigamiento legal, tributario y comercial de los periódicos de oposición.5
Rojas Pinilla instaura la censura y posterior clausura de los diarios de oposición El Tiempo, El Espectador el Diario Gráfico y El Siglo, aunque los dos primeros los deja funcionando posteriormente respectivamente bajo los nombres de Intermedio y El Independiente que funciona efímeramente en 1955. Igualmente varios periódicos son multados y les fue aplicada la censura previa.1 6 7
Así mismo el régimen de Rojas Pinilla instauró la persecución religiosa contra el protestantismo incluyendo el encarcelamiento de una misionera estadounidense de 82 años acusada de proselitismo comunista lo que motivo la preocupación y protestas del gobierno de ese pais.7
Incidentes en la plaza de toros[editar]
El domingo 29 de enero de 1956, la hija de Rojas Pinilla, María Eugenia de Moreno y su esposo fueron objeto de sonora rechifla durante una corrida toros en la plaza de toros de Santamaría en Bogotá en contraste con la ovación ofrecida minutos antes a Alberto Lleras Camargo líder de la oposición liberal al régimen; testigos presenciales recuerdan que cuando el torero ofreció el toro a María Eugenia frente al palco presidencial, el público le gritaba: "No se lo ofrezca porque se lo lleva a Melgar".8 7
El domingo siguiente, 5 de febrero, se produjo la represalia. Investigadores afirman que el gobierno estableció un plan que incluyó la compra de miles de boletas para sus detectives y agentes, con el fin de vengar el honor escarnecido de María Eugenia y su esposo. A quienes cantaban "Lleras sí, otro no", y a los que se negaban a vitorear a María Eugenia, los agentes del Servicio de Inteligencia Colombiano los molieron a palos, los lanzaron por las graderías del circo, los golpearon con yataganes o a puntapiés. El número exacto de muertos y heridos nunca se pudo precisar. Los muertos de ese día fueron enterrados sin nombre. Hoy es imposible dar un número concreto de víctimas. La noticia no salió reseñada en ningún medio colombiano por la censura existente pero la agencia UPI si transmitió la noticia a sus abonados en todo el mundo lo que le costó el exilio a su director de corresponsales Carlos J. Villar Borda. El Diario de Colombia, periódico oficial de la dictadura, calificó los hechos como “triviales y baladíes, de ocurrencia cotidiana”. El periódico El Catolicismo, mientras tanto, se preguntaba: “¿En qué cabeza civilizada pudo nacer la idea de aleccionar a golpes de manopla y cachiporra?” y para el cardenal Crisanto Luque Sánchez, la Santamaría se convirtió ese día “en el escenario de un espectáculo harto más sangriento que las suertes de la tauromaquia”
Explicación: