Tratamiento de datos y azar, pregunta formulada por alejoandresr10, hace 16 horas

El enigma de silvina ocampo resumen

Respuestas a la pregunta

Contestado por jesicagonzalez280510
4

Respuesta:

Uno podría decir que la nouvelle tiende a ser un relato policial en suspenso, no porque haya un crimen, sino por la transgresión a la que está ligado el secreto ya sea fuera de la ley o del orden social. La perversión es su forma básica, como se ve en Onetti".27 may

Contestado por Usuario anónimo
2

Respuesta:

En esta investigación se pretende reflexionar en torno a algunos aspectos que caracterizan la escritura de Silvina Ocampo y que en su momento parecen ser estrategias de la autora para legitimar su proyecto creador ante el canon, pero no a partir de aceptar los parámetros que éste impone, sino de construir unos que permitan acercarse más a la expresión propia del sujeto femenino, de la mujer. Lo fragmentario, lo disruptivo, el silencio, el enigma son elementos que entran en juego y desde los que la autora no sólo construye en su narrativa personajes que proponen líneas de fuga ante cualquier intento de imposición (impostura) identitaria, sino que erige ella misma su particular condición de escritora. Así, los bordes entre ficción y realidad se hacen difusos y el enigma como estrategia parece revelarse como autenticidad.

"

En su Libro Kafka. Por una literatura menor (1987), Gilles Deleuze y Félix Guattari proponen como noción que permite acercarse a la narrativa del autor checo el devenir animal. Al respecto, afirman que:

El devenir animal no tiene nada de metafórico [...] Es un conjunto de estados, diferentes todos entre sí, injertados en el hombre en la medida en que éste busca una salida. Es una línea de fuga creadora que no quiere decir nada que no sea ella misma. (56).

Y a partir de esta categoría proponen la posibilidad de lo que podría considerarse una alternativa, una línea de fuga ante la rigidez de las formas impuestas, no sólo en lo que se refiere a la operatividad del saber, sino también a la identidad como convención social que se impone a través de la palabra. Una salida, una desterritorialización que no busca un cambio de estado, de significación, de grado, sino que es en sí misma su propia expresión.

Ciertamente, son muchas las distancias geográficas y culturales que separan la escritura de Franz Kafka de la narrativa de la argentina Silvina Ocampo, sin embargo es posible reconocer, dentro de la obra de esta cuentista, algunos personajes que responden a un proceso de des-sujeción que podría comprenderse a partir de esta noción de "devenir animal", entre otras cosas, porque se trata de personajes femeninos que se resisten, voluntaria o involuntariamente, a ser encasillados en cualquiera de los distintos moldes de feminidad disponibles para la mujer latinoamericana de mediados del siglo 20. Estos personajes generan además nuevas posibilidades de expresión que permiten repensar el vínculo entre palabra e identidad.

Es importante recordar que el cuento como género tiene una larga historia en Argentina y que su auge se gestó, precisamente, en los años cuarenta. La mayor parte de la obra de Silvina Ocampo se inscribe en ese momento de la literatura, al igual que la escritura de su gran amigo Jorge Luis Borges y la de su esposo Bioy Casares. Sin embargo, la narrativa de esta autora es muy distinta a la de sus pares masculinos, con quienes compartió muy de cerca la vida, la palabra y el amor por la literatura, a pesar de que hoy en día -casi de manera inexplicable- no cuentan con el mismo apoyo editorial ni gozan del mismo renombre.

Desde el punto de vista formal, por ejemplo, el lector no encuentra en la narrativa de Ocampo esa coherencia estructural propia de los cuentos de Borges, en los que la trama parece estar construida con sumo detalle y delicadeza, con una esmerada lógica narratológica muy próxima a los preceptos aristotélicos y limitada a un centro donde, generalmente, se esconde un secreto. En su lugar, Silvina Ocampo entreteje historias que se van fragmentando a través de la escritura hasta convertir toda presencia en ausencia. No son historias construidas sistemáticamente, desde la razón, desde el logos de lo masculino, sino que más bien parecen ser una suerte de incursión en el ámbito ambiguo e impreciso del sueño y la emoción, espacios atribuidos histórica y culturalmente a lo femenino1. Una escritura rasgada que deja entrever o intuir el misterio a través de sus espacios de fractura, al jugar constantemente con los dos lados del espejo.

Otras preguntas