el en cuento "la pequista de don frutos" cual es el crimen que se comete?
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La pesquisa de Don Frutos es un cuento de Velmiro Ayala Guana, el cual es un cuento policial recogido de una antología llama Cuentos Policiales, publicado en 1997. La historia nos cuenta sobre un crimen ocurrido en un rancho en la provincia de Corrientes en Argentina, en la época de los gauchos. Aquí toman la tarea de solucionar el crimen dos comisarios, el comisario Don Frutos, que tiene un gran poder de deducción, capaz de encontrar pistas en los lugares menos pensados. Por el otro lado, está el comisario Luis Arzaloza, que prefiere seguir el método más preciso y científico, como lo haríamos en la actualidad. En el cuento se muestra más de una vez estos métodos enfrentándose a través de los dos personajes de Don Frutos y Luis.
Al comienzo del cuento, cuento un vecino les informa del crimen, se muestra el primer enfrentamiento de ideas. Luis quiere ir al instante a la escena del crimen, mientras que Don Frutos dice que vayan más tarde y que se queden. En este momento podemos considerar que Frutos no es un buen comisario no yendo a la escena del crimen, cosa que Luis piensa redactar un informe a las autoridades sobre la inoperancia de este comisario y sus formas rusticas de trabajar.
Cuando por fin llegan a la casa del asesino, el comisario encuentra de las maneras más rusticas, como mirando en las heridas y midiendo su pie con las pisadas, mientras que Luis no quiere que tocen nada para mantener las huellas dactilares, pero Don Frutos no le hace caso. Luis trata de encontrar pruebas rebuscando en varios lugares, hasta que encuentra unas huellas, y este pide yeso a Frutos un poco de yeso para hacer un molde del pie, pero este le dice que no hace falta, que ya tiene suficiente información.
Al ir hacia una hacienda llena de extranjeros, Don Frutos le pide al dueño que solo traiga a los que son gringos, de ahí escogen a los más altos y les pide que vacíen las billeteras. Ahí, Luis cree que uno de ellos puede estar mintiendo, pero Don Frutos le confirma que no miente, pues ve que él es el único que no está inquieto, mientras los demás no paran de moverse.
Por última vez, vemos un enfrentamiento de ideas entre estos dos personajes. Don Frutos adivina al instante al culpable, mientras que Luis quiere interrogarlo. De todos modos, se descubre finalmente al culpable, pidiéndole al único que quedaba que se saca el saco, cosa que en un principio no quiere, pero después se ve obligado a sacarlo, descubriendo que adentro tenía mucho dinero robado. Frutos lo arresta y finalmente ambos se van.
Don Frutos le explica a Luis que supo que el asesino no era criollo por la forma en que apuñalo a la víctima, recalcando que los criollos dejan heridas más profundas. Supo que era más alto que el al medir la distancia de las huellas con las heridas y después lo midió con su brazo, entonces supo que el criminal era más alto. Supo que escondía el dinero robado en la ropa porque el clima era demasiado caluroso como para llevar abrigo.
En conclusión, este cuento refleja dos maneras distintas de resolver un mismo problema. Luis descubre que no solo existen los datos precisos, sino también está la deducción y la astucia.