El cristianismo en la colonización
¿Como era el cristianismo en la colonización?
Respuestas a la pregunta
Respuesta: El fenómeno histórico de la cristianización, la conversión de individuos o de pueblos enteros al cristianismo, también incluye la práctica de eliminar o transformar las culturas, creencias y tradiciones paganas de los convertidos y ajustarlas a los usos cristianos.
La práctica de la cristianización fue, en ocasiones, un proceso muy violento, al ser utilizada tras campañas militares que buscaban la dominación de otros pueblos o como herramienta política para lograr la uniformidad religiosa de los habitantes de un territorio.
En la Antigüedad y en la Edad Media, la cristianización se llevó a cabo destruyendo sitios de culto tradicionales o convirtiéndolos en iglesias cristianas, demonizando a los dioses paganos o criminalizando como brujería prácticas religiosas ancestrales, lo que podía llevar aparejado el uso de la tortura y la pena de muerte.
Explicación:
Respuesta: si te sirve lo les ,ok? (ˉ﹃ˉ)
El proceso de colonización europea hacia los pueblos indígenas del Abya Yala América se dio con “la cruz
y la espada”; vale decir, por la fuerza y la crueldad de los soldados de la corona, respaldados por la labor
“evangelizadora” de la iglesia católica. El invasor era español y católico, a la vez, y sus acciones se hacían en el
nombre de Dios y de la corona española.
El dominio y sometimiento de los pueblos originarios era justificado por el sostenimiento de la inferioridad de
su condición humana y su carácter “idólatra”. En un principio, los conquistadores sostenian que los “indios”
no tenían alma y que no pertenecían a la especie humana. Solo en 1537, el papa Pablo III, en su documento
Sublimis Deus, reconoció que los nativos eran verdaderos hombres, capaces de entender la fe católica.
Este documento fue muy importante para sostener la campaña evangelizadora y colonizadora de los “indios”.
Fue una importante herramienta de conquista, pues la mayoría de los frailes predicaban la resignación y la
sumisión, e incluso los mismos religiosos sustentaban la inferioridad de los indígenas, como fray Sepúlveda,
quien los trataba de bárbaros y hombrecillos con apenas vestigios de humanidad.
La Iglesia católica interpretó las prácticas religiosas nativas como supersticiones de origen demoniaco que
había que extirpar. Por eso, la Iglesia siempre fue acompañando el proceso de conquista y sometimiento a
los pueblos nativos. En su recorrido iba diseminando capillas, con una cruz muy notoria que simbolizaba el
predominio del dios de los españoles sobre los dioses ancestrales de los “indios”.
En este contexto, hubo frailes como Bartolomé de las Casas por las atrosidades, Antonio de Montesinos,
Pedro de Córdoba y otros pocos que salieron en defensa de los indígenas por la atrocidad que cometían con
ellos los conquistadores. Gracias a ellos se constituyeron las “Leyes de las indias” en 1542, las cuales pueden
ser calificadas como la primera ley de defensa de derechos humanos en favor de los indígenas de América