EL CONTRATO una muerte rapida y silencios la única condición del contrato. que era inviolable. Los dos hombres accedieron. su dinero, me tendieron la maiso on. Yo por la erra puerta llene de Hablamos logrado certar el negocio on un ambiente anónimo, al amparo de las sombras sin reconocemos claramente la El homicidio ne ocurriria sino hasta tres me ses después. Pero para asegurarme de que la care se llevar a cabo tal y como yo descaba, contrate los hampones de antemano. Eran hombres ocu- padisimos. Desde que el maritaje entre narcos y politicos se materialind, no habian tenido ma cho espacio disponible para realizar encargos de menor cuantia. Acordamos que el resto del dinero lo recibirian dos días después de la fecha indicada. por Su tarea no era dificil. El cinco de abril mañana llegaria a San Juan un hombre proceden- te de Miami. El individuo se hospedaria en un hotel del sector turistico de la ciudad (cuyo nom bre y número de cuarto yo les haria llegar unas horas antes de la fecha en que vencia el pacto). Una vez ellos obruvieran toda la información, irian al hotel disfrazados de cualquier cosa, se in- ventarian una excusa para subir hasta el cuarto de la victima, y lo matarian. El individuo estaria en un sillón, aspirando el aroma del jerez y mirando hacia el mar. (Uno de los hampones me preguntó que cómo era que yo sabía ese detalle y yo le dije que los victimarios siempre conocemos algunas manias especiales de nuestras victimas). Han pasado tres meses. Ayer les llegó una carta a los hombres que contraré con las señales y especificaciones necesarias para que todo salga según lo planificado. El individuo llegará en el vuelo 398 de Mexicana de Aviación proceden- te de ciudad de México con escala en Miami. La victima vestirá traje azul, zapatos negros y corbata azul y gris. Se hospedará en el nuevo hotel La Buena Vida del condado, habitación número 365-C. cai de braces, y me parti un labio. Descubri, so prendido, que la mescla de ansiedad y delor me producia un placer inspechado Ahora se desangra la tande, y da y su tristens. Me encuenem en un Key West, dejando que mi vista vurk pájaro errante, sobre las crestas erizadas de un mar bravo y huraño, imaginando la lenta agonia de las nubes extiles que en el ciele, contemplando el vaivén de m menta azul, sobre el espejo azulenco de las Estoy tomando jeres caliente, aspirande sa deli cado aroma, y humede ciendo con la punta de la lengua, la sonrisa que durante toda la tarde, se ha pasado bailandome en los labios. Honro con ella la originalidad de mis ideas. Hoy es cuatro de abril. Esta mañana hai al correo a echar la carta con el resto del dinero adeudado. Luego me fui de compras. Estaba ran ansioso que tropecé en un rincón de una tienda. Key West Caye Hus Numbre an Porque por fin he po que dido hacer lo pre soñe inventarme un suc ga de emoción y suspenso y que des miscrubles soldados de la muerte ejecutar por m que es cap- Celestino Con Madis ¿De que trataba?
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de un asesinato silencioso y rápido
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