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Miguel García Sancho/DICYT Si necesitas que una persona apoye tus propuestas, invítala antes a una taza de café. Un equipo de investigadores australianos ha demostrado que el consumo moderado de cafeína convierte a los individuos más vulnerables a la persuasión, al aumentar la atención y el entendimiento de los argumentos de un determinado mensaje.
Los investigadores de la Facultad de Psicología de la Universidad de Queensland distribuyeron un texto en contra de la eutanasia entre 148 personas. La mitad de ellas había consumido antes una bebida con cafeína y la otra mitad un placebo (sustancia sin ningún efecto reseñable). Después de leer el texto, el primer grupo mostró un grado de acuerdo con los argumentos ostensiblemente mayor que el segundo.
Todas las personas habían completado antes un cuestionario sobre la eutanasia, sin que ninguna se opusiera claramente a esta práctica. Tras la lectura, el nivel de oposición entre los bebedores de cafeína era superior que en el cuestionario y el aumento de este nivel mayor que el experimentado en el grupo placebo.
Los investigadores excluyeron otras variables como el sexo (la mitad del grupo eran hombres y la otra mitad mujeres), el nivel cultural (todos eran estudiantes universitarios) y la influencia de otros hábitos (ninguno de ellos era fumador habitual).
Persuasión racional
El equipo, encabezado por la psicóloga Pearl Martin, se opone a que el aumento de persuasión se deba a que la cafeína "potencia los impulsos emocionales (...) y/o mejora el estado de humor". El artículo en el que se detalla la investigación, recientemente publicado en el European Journal of Social Psychology, defiende que esta sustancia "estimula el procesamiento sistemático del mensaje" mediante el aumento de variables como "la atención, el razonamiento o la memoria", todas ellas "implicadas en el proceso de persuasión".
Para demostrarlo, los científicos distrajeron a algunas personas durante la lectura del texto mediante tareas paralelas como tachar todas las "o" o pulsar un botón cuando escuchaban un sonido. El aumento de la persuasión fue menor en este grupo, independientemente del consumo de cafeína. Esto prueba, según el artículo, la importancia de un correcto procesamiento de la información, sin el cual los efectos de esta sustancia se desvanecen.