El avaro
El viejo Harpagón tiene dos hijos: Cleanto y Elisa, a quienes hace sufrir su avaricia y mezquindad. Cleanto está enamorado
de una muchacha humilde, Mariana, con quien planea casarse; y Elisa, a su vez, le ha entregado su amor a Valerio, quien se
introduce en la casa de Harpagón como intendente para estar más cerca de la amada. Ambos hijos quieren comunicar al padre
sus proyectos matrimoniales; sin embargo, se sorprenden cuando Harpagón les hace saber que planea casarse con Mariana, la
prometida de Cleanto. Una intrigante Frosina se encarga de negociar el matrimonio. La joven Mariana no conoce a Harpagón
e ignora que es el padre de su amado. Así, cuando conoce al viejo avaro, la figura de Harpagón le produce cierto rechazo, mas,
en ese preciso, instante la aparición de Cleanto le sorprende y a la vez tranquiliza. Desde su inicio, Harpagón, ante la simpatía
que se muestran Mariana y Cleanto, sospecha que entre ellos existe algo. De esta manera, finge haber reflexionado sobre su
edad y propone a Cleanto que sea él quien se case con Mariana. Cleanto cae en la trampa y el viejo confirma sus sospechas y
anuncia que no se la cederá por nada.
Posteriormente, el robo de una arquilla llena de monedas de oro distrae a Harpagón totalmente, y ahora sólo piensa en recobrar
a su insuperable amigo: el dinero. El que sustrae el cofre de Harpagón es Flecha, criado de Cleanto, al que Harpagón momentos
antes había despedido por espiarlo. Imprudentemente se acusa a Valerio del robo sucedido a consecuencia del mayordomo
Santiago. En ese momento se produce una graciosa confusión: mientras Harpagón reclama a Valerio sus monedas de oro, éste
piensa que el viejo avaro le está reclamando por haberle robado el amor de su hija Elisa, entonces Valerio descubre su verdadera
identidad y en él reconoce Mariana al hermano que perdió hace mucho tiempo en un naufragio, Anselmo, un hombre maduro
que pretendía casarse con Elisa, al escuchar la historia de Valerio y Mariana, reconoce en ellos también a sus hijos.
Llega entonces Cleanto y propone un acuerdo: devolverá las monedas de oro a su padre si éste consiente el casamiento de sus
hijos. Harpagón acepta el acuerdo a condición de que las bodas no sean financiadas por él y que le compren un traje nuevo,
con lo cual concluye la obra.
Por qué se le llamó Siglo de las Luces al Neoclasicismo?
a. porque hay mucha fe
b. por las obras brillantes
c. por las comedias
d. por la luz de la razón que ilumina
e. por lo extraño de las obras
Respuestas a la pregunta
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D ) Por la luz de la razón que ilumina (eso entendí)
Contestado por
2
Respuesta:
d. Por la luz de la razón que ilumina
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