El arte al servicio del capitalismo
Las llamadas “sociedades del conocimiento” no privilegian el saber humano. Muy al
contrario se produce una capitalización total del trabajo humano, de su emocionalidad,
su sensibilidad y su creatividad. Convertido el sujeto en capital financiero, las cualidades
cognitivas del arte quedan instrumentalizadas al servicio de las estrategias estéticas de
esta nueva edad “media”, o bien quedan marginadas y destituidas.
El origen común del liberalismo político económico y del arte moderno, permite
comprender la evolución del arte hasta su estado de devaluación cognitiva en las
sociedades del capitalismo cognitivo. El arte moderno, incluso en sus formas más
contraculturales, habrá otorgado identidad cultural al desarrollo del capitalismo. La
trasgresión y la libertad suprema del arte han expresado a la perfección la inmunidad e
impunidad de los poderes fácticos en el desarrollo del liberalismo. La implantación del
arte moderno en la sociedad moderna no fue el producto de una sensibilidad compartida
entre la sociedad y los artistas (junto al resto de agentes artísticos: críticos, galeristas,
coleccionistas, etc.), sino más bien entre los artistas y los nuevos promotores e
instituciones, que legitimaron como arte aquello los legitimaba como institución en la
nueva sociedad. Dado que, recíprocamente, el arte legitima aquello que lo legitima
como arte. Transcurrido un siglo desde los primeros gestos rupturistas de las
vanguardias, cabe reconocer no sólo un desgaste o institucionalización del arte
moderno, sino más bien, y sobre todo, la evidencia del origen liberal del arte moderno,
y de su institución académica, que causan inexcusablemente su devaluación cognitiva.
Las nuevas tecnologías, la negación de la autoría, las estéticas impersonales, la
discursividad, la conceptualización extrema y la contextualidad, parecen liberar al arte
de sí mismo, pero a costa de convertirlo en sumiso del conocimiento tecnocéntrico de
las sociedades del conocimiento, y las industrias de la cultura visual. Por ello no pueden
considerarse como alternativas a las formas tradicionales de arte, sino desplazamientos
hacia el poder de las empresas tecnológicas y sacrificio de los compromisos de
singularidad propios de la excelencia artística.
Según el autor ¿La situación actual del Arte es buena o mala? ¿Por qué?
Respuestas a la pregunta
Contestado por
1
Respuesta:
mal
Explicación:
por que todo es tecnologia
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