Ejemplos en los que usamos magia en la vida cotidiana
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
• Intuición. Es común a todas las personas. Antes de que la conciencia haya analizado y comprendido algo, nuestra mente nos manda un aviso para que estemos alerta. Los expertos en creatividad relacionan la intuición con el “pensamiento lateral”; es decir, la parte no lógica de nuestro intelecto.
• Premoniciones. Son pequeñas revelaciones que nos permiten anticiparnos a hechos que todavía no han sucedido. Quien las experimenta habla de una corazonada o, incluso, de un “cosquilleo” que le informa de que va a ocurrir algo trascendental. A diferencia de la intuición, la ciencia oficial no valora este tipo de percepciones.
• Déjà vu. Se denomina así la sensación de que ya se ha sido testigo de algo o que se ha experimentado previamente una situación nueva. Un ejemplo sería tener la impresión de que ya se ha mantenido determinada conversación con alguien pese a tener la certeza de que es la primera vez que se habla de ello.
• Sincronicidades. Fueron estudiadas ampliamente por Carl Gustav Jung, que definía así este fenómeno: “Cuando dos incidentes se producen de forma sincronizada (al mismo tiempo), aunque no parezca que haya una relación causa-efecto, puede existir una conexión significativa entre ellos.” El clásico ejemplo de estas coincidencias con sentido es cuando pensamos en alguien de quien no tenemos noticias hace tiempo y, de pronto, nos llama por teléfono.
• Serendipias. Son un golpe de azar afortunado. Un caso muy citado es el descubrimiento de América por parte de Colón, dado que lo que pretendía era alcanzar las Indias. Se producen a menudo en el campo de la literatura, cuando se relata un hecho ficticio que acaba sucediendo años más tarde en la realidad.